Investigadores de la Universidad de Southampton terminaron el mayor estudio que jamás se haya realizado sobre los encuentros cercanos con la muerte, y las experiencias de abandono y retorno al cuerpo. Los resultados pueden tener grandes consecuencias en la forma que vemos el fin de la vida.
El estudio
Un equipo de científicos dirigido por Sam Parnia, de la Universidad Estatal de Nueva York en Stony Brook, examinó los procesos cognitivos de los sobrevivientes de paros cardíacos en un grupo de 2.060 pacientes durante cuatro años. Casi el 40% de los más de 330 sobrevivientes encuestados, reportó alguna forma de “consciencia” durante el tiempo que estuvieron clínicamente muertos, es decir, sin signos vitales ni latidos del corazón.
Uno de cada 5 afirma haber experimentado un estado de satisfacción y paz profunda, mientras que un tercio reportó alguna forma de dilatación del tiempo. Un 13% sintió como si hubieran dejado físicamente sus cuerpos. Casi el 46% de los pacientes que sufrieron paro cardíaco reportaron haber visto su vida pasar en un par de segundos. La misma cantidad dijo que sus recuerdos se centraron en alguno de estos 7 temas: el miedo, los animales y las plantas, la luz brillante, la violencia y la persecución, deja-vus y la familia. Un 2% del total, describe haber “visto” y “escuchado” lo que pasaba a su alrededor mientras los doctores lo reanimaban.
Si las memorias no fueran borrosas por efecto de la anestesia y las lesiones cerebrales, el equipo cree que más individuos habrían reportado lo mismo.
“Está claro que estos recuerdos merecen mayor investigación sin perjuicios”, afirmó Parnia en un comunicado de prensa. También agregó que probablemente “millones” de personas han tenido “experiencias claras” al momento de enfrentarse con la muerte, pero que la literatura científica simplemente no ha tomado tales afirmaciones en serio. Los resultados de su investigación fueron publicados recientemente en la revista Resuscitation.
¿Qué hay al otro lado?
Un trabajador social de 57 años de edad, fue capaz de describir con precisión algunos elementos de la escena que se produjo mientras era atendido por enfermeras. De acuerdo a lo que explicó el Dr. Parnia a Telegraph:
“Sabemos que el cerebro no puede funcionar una vez que el corazón deja de latir. Pero en este caso, la consciencia parece haber continuado por hasta 3 minutos desde que el órgano se detuvo, a pesar de que el cerebro normalmente se apaga dentro de los primeros 20 a 30 segundos después de que esto sucede.
El hombre describió todo lo que había sucedido en la sala de operaciones, pero más importante aún, escuchó dos pitidos de una máquina que hace ruido en 3 intervalos de 1 minuto, así que pudimos cronometrar la duración de la experiencia.
Parecía muy creíble, y todo lo que dijo que había ocurrido es lo que realmente le sucedió”.
Esto parece difícil de creer, pero los investigadores no son estrellas pop en búsqueda de una portada de revista. El mismo Parnia es muy conocido por su investigación anterior sobre la reanimación, la cual ha permitido el desarrollo de técnicas médicas de emergencia más eficaces. En la Escuela de la Universidad Stony Brook de Medicina de Nueva York, Parnia fue capaz de ayudar a que el nivel de resucitaciones subiera a un 38%, siendo que la media nacional en los Estados Unidos es de un 16%.
Para el doctor, la resurrección es una posibilidad médica. Él le contó a Der Spiegel que las recientes investigaciones médicas indican que las personas pueden ser devueltas a la vida sin daño neurológico por hasta “al menos 40 minutos” después de que cesen las funciones vitales, mientras que la mayoría de los médicos se detienen alrededor de 20 después de que esto ocurre. Su método incluye la participación de varios especialistas para lograrlo y el enfriamiento del cuerpo para reducir la velocidad del consumo de oxígeno y la muerte celular.
¿Cuál es la importancia de esto?
Parnia cree que las experiencias vívidas cercanas a la muerte ocurren de manera frecuente y son poco conocidas por la comunidad científica. También señaló que los experimentos realizados en ratones para estudiar la actividad cerebral luego de inducirles un paro cardíaco, podrían explicarse por una serie de factores. Pero el estudio más reciente, ofrece más evidencia para la teoría sobre la perpetuación de la conciencia después de lo que parece el final, aunque sólo sea por un tiempo acotado. Esto no necesariamente comprueba la existencia de un más allá, pero puede ampliar nuestra comprensión de la muerte como un proceso, y no como un botón de encendido/apagado.
“Estas experiencias se sintieron muy reales para aquellos que las sintieron ¿Por qué deberíamos dudar la realidad de eso? Los encuentros cercanos a la muerte ocurren en todas partes, en todas las culturas, en todos los países, en las personas religiosas y en ateos, incluso en los niños más pequeños que 3 años. Sería equivocado verlas como una fabricación. Parece que la consciencia de la gente no se aniquila sólo por estar en las primeras etapas de la muerte. Es una paradoja médica”, dijo Parnia a Der Spiegel.
El científico también dio algunas palabras de consuelo: “A partir de las descripciones,tenemos que concluir que la muerte es una experiencia agradable para la mayoría. Creo que no tenemos motivos para temerle”.
