El gobierno de la CDMX tiene presente que este sector se enfrenta al desempleo e inactividad económica. Por ello, considera fundamental que se abran posibilidades reales de inclusión para que su discapacidad no sea una condicionante que les impida demostrar que pueden tener un desempeño eficiente, independencia económica, reafirmar su seguridad personal, así como incrementar su bienestar y satisfacción al aportar ingresos a su hogar.
En este sentido, la Jefa de Gobierno, sumando esfuerzos con el gobierno federal, implementó el Programa para el Bienestar de las Personas con Discapacidad, cuya articulación de esfuerzos gubernamentales pretenden disminuir la difícil situación económica que atraviesan y mejorar su calidad de vida.
Al cierre del 2022 fueron brindados apoyos de 2 mil 800 pesos bimestrales, a más de 166 mil personas de 0 a 64 años de edad. La inversión social de la Secretaria de Bienestar es del 50% de los recursos y el otro 50% del gobierno de la capital. Esta ayuda se canaliza a través de las nuevas tarjetas de bienestar en las que se deposita el recurso de manera transparente y sin intermediarios.
La pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad será universal en la CDMX, como sucede ya en 15 estados del país. Además, es una acción que muestran el humanismo del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien trabaja primero por los más vulnerables y que está visibilizando las necesidades de este sector que no fue tomado en cuenta por los gobiernos anteriores.
Destinar recursos públicos que se pagan con los impuestos de los mexicanos para quienes más lo necesitan, es un acto de fraternidad y solidaridad, en donde el bienestar verdadero sólo puede alcanzarse de manera colectiva.
Si México desea avanzar hacia el rumbo del desarrollo económico, social, humano y erradicación de la pobreza, se debe continuar velando por la protección de los derechos humanos de todas las personas, particularmente de los grupos más vulnerables, quienes constantemente luchan en contra de actos discriminatorios, de la marginación y de las barreras que entorpecen su pleno desarrollo.
Con estas acciones, el gobierno capitalino hace efectivo el derecho a la equidad, la no discriminación, la justicia social, la igualdad de oportunidades, la accesibilidad física y la aceptación de la discapacidad como parte de la diversidad y de la condición humana.
