El autismo no es una enfermedad. No es algo que deba curarse ni eliminarse. Es una forma distinta de experimentar el mundo. Para quienes viven con Trastorno del Espectro Autista (TEA), la realidad se percibe a través de una lente única: más intensa, más detallada, a veces desconcertante, pero siempre auténtica.
¿Qué es el Autismo?
El Trastorno del Espectro Autista es una condición del neurodesarrollo que afecta la manera en que una persona se comunica, interactúa socialmente y percibe su entorno. Se manifiesta de distintas formas, por eso se habla de un “espectro”: hay quienes son completamente verbales y con un alto grado de independencia, y también quienes necesitan apoyo constante para las actividades diarias.
Lo más importante que debemos comprender es que el autismo no es una sola forma de ser, sino muchas. Cada persona dentro del espectro es diferente, con fortalezas, desafíos, intereses y formas de ver el mundo completamente propias.
El Mundo Interior: Más Allá de lo que se Ve
Para muchos, el interior de una persona con autismo es un universo profundo y, a menudo, incomprendido. Hay quienes poseen una sensibilidad extraordinaria a sonidos, luces o texturas. Otros pueden mostrar una atención casi mágica a los detalles, memorizar patrones complejos, o enfocarse por horas en un tema que los apasiona.
Sin embargo, esta riqueza interna a veces contrasta con dificultades para expresar emociones, establecer contacto visual o entender ciertas normas sociales. Esto no significa que no sientan, sino que sienten de forma distinta. No significa que no entiendan, sino que su forma de entender no siempre encaja con lo que la sociedad espera.
Rompiendo Estigmas
Durante años, el autismo ha estado rodeado de mitos: que quienes lo viven no tienen empatía, que son “fríos”, que no pueden comunicarse o desarrollarse plenamente. Estos estereotipos son no solo falsos, sino dañinos. Muchas personas autistas tienen una gran capacidad para sentir, conectar, crear y transformar. Solo necesitan ser comprendidas y aceptadas tal como son.
La Importancia de la Inclusión
Entender el autismo también implica cambiar la forma en que la sociedad responde a la diversidad. No se trata de adaptar a la persona al mundo, sino de adaptar el mundo para que quepan todas las formas de ser. Esto comienza en la educación, continúa en el ámbito laboral y se extiende a todos los espacios sociales.
El acompañamiento adecuado, la empatía, la paciencia y la escucha son claves para una verdadera inclusión. Y lo más valioso que podemos ofrecer es el reconocimiento: saber que cada persona tiene su propia forma de ser feliz, de aprender, de comunicarse y de amar.
Escuchar en Silencio
A veces, comprender el autismo es más una cuestión de escuchar con el corazón que con los oídos. Es aprender a ver lo que no siempre se dice con palabras, a respetar los silencios, los gestos, las rutinas. Es acompañar sin forzar, estar sin invadir, aceptar sin intentar cambiar lo esencial.
El mundo interior de una persona con autismo es, como cualquier otro, complejo y hermoso. No necesita ser corregido, solo comprendido.
Equipo T2S1.