Varios medicamentos previenenlas fracturas asociadas con la osteoporosis, pero ninguno fueclaramente mejor que el resto en una revisión sistematizada.
«Hay evidencia muy sólida de que muchos fármacos para la osteoporosis reducen las fracturas de columna (alendronato, risedronato, ácido zoledrónico, ibandronato, denosumab, teriparatide y raloxifeno), pero sólo algunos demuestran reducir el riesgo de fracturas de cadera (alendronato, risedronato, ácido zoledrónico y denosumab)», dijo por e-mail la doctora Carolyn J. Crandall, de la Escuela de Medicina David Geffen de University of California, Los Angeles.
Con su equipo revisó más de 55.000 investigaciones e incluyóa 294 en un análisis final de los beneficios y los riesgos delos tratamientos farmacológicos para mejorar la densidad mineralósea en el corto y largo plazo, que aparece publicado en Annalsof Internal Medicine.
Las comparaciones cabeza a cabeza no eran comunes, perovarios metaanálisis habían demostrado una reducción similar delriesgo de fractura con todos los medicamentos mencionados, aunque con diferencias en ciertos tipos de fracturas.
Denosumab y los bifosfonatos están asociados con un aumento del riesgo de osteonecrosis mandibular (alrededor de 1 por cada10.000 mujeres por año) y fracturas femorales subtrocantéricasatípicas (2-100/100.000 usuarias), según aclaró Crandall. Encambio, según indicó, el raloxifeno puede elevar el riesgo detrombosis venosa profunda y embolia pulmonar.
«Finalmente, los beneficios de estos fármacos se demostraron principalmente en pacientes con una densidad ósea en el rango dela osteoporosis o con un fractura de cadera o columna previa yen mujeres», precisó.
«Es escasa la información de los beneficios y los efectosadversos de los medicamentos en los hombres. Esa información ayudaría a los pacientes a tomar decisiones sobre el uso deestos productos», destacó.
«Si los médicos no conocen las diferencias entre los medicamentos en los distintos tipos de fracturas y cómo sus efectos adversos varían entre los fármacos, este documento los ayudará a poder orientar mejor a sus pacientes y recetar estos medicamentos. Necesitamos comparaciones cabeza a cabeza para aclarar cómo difieren sus beneficios y sus efectos adversos».
