Por: Equipo de redacción T2S1.
Hemos platicado en T2S1 sobre como tenemos que determinar nuestras metas, sueños y objetivos de vida, también hablado de como queremos que otros nos miren creando una imagen positiva ante nuestro entorno, ahora vamos a platicar sobre algo que hemos perdido, por la comodidad, por la facilidad de contar con un grado de confort, hablamos de asumir riesgos. Platicando con mi amigo Tiago y con Paloma hablábamos de eso, de como se nos van las oportunidades por no asumir riesgos, como hemos llegado a un nivel de mediocridad aunque tengamos todo, no buscamos esa chispa de aventura que hace que nuestro motor interno se mueva, esas ganas de realizar nuestros sueños y objetivos, por el simple miedo de perder lo que tenemos, leía hace poco en un libro de Paulo Cohello “El Alquimista” sobre nuestros objetivos de vida, como cuando somos jóvenes nos arriesgamos y no dudamos en buscar nuestros sueños, somos idealistas, somos aventureros, nos vamos por todo, con el tiempo mientras vamos acumulando prestigio, bienes materiales o estabilidad laboral y familiar, nos cuesta trabajo retomar esos riesgos, que hacen que la vida tenga sentido.
Porque es una realidad que en toda empresa, en todo objetivo, en todo gran cambio que uno intenta en la vida, puede haber riesgos que irán surgiendo sobre la marcha y que es necesario enfrentar para poder avanzar.
¿Por qué tememos afrontar los riesgos? Te has preguntado alguna vez que hubiera sucedido si te arriesgaras más, que obtendrías, todos tenemos miedo de fracasar y perder lo que hemos logrado por eso no asumimos los riesgos, el miedo al fracaso puede ser paralizante, es uno de los temores básicos de todos los seres humanos, junto con el miedo al ridículo y el miedo al rechazo. Estos tres temores están ligados, por el simple hecho de que si una fracasa, queda en ridículo y a su vez será rechazado por su entorno.
Cuantas veces a través del fracaso y de asumir los riesgos terminamos triunfando, no dependas de los demás para asumir tus propios riesgos así nunca tendrás que reprocharle a nadie de lo que es y lo que pudo ser, no le temas al fracaso, tómalo como una enseñanza valiosa que a veces es necesaria para lograr tu objetivo final, cada vez que estés ante un riesgo, evalúa las posibilidades para que lo conviertas en un riesgo calculado, cuyas consecuencias sabrás como afrontar.
Referencia: Destellos para alcanzar el éxito- Pilar Obón – Editorial Época.
