11 señales que te indican que tienes el hígado inflamado

El hígado inflamado también se conoce como hepatomegalia o inflamación hepática. Es una afección que surge cuando el órgano aumenta su tamaño y presenta además una gran diversidad de síntomas.

Esta enfermedad se ha vuelto muy común en la actualidad. Para saber cómo detectarlo te recomendamos seguir leyendo este artículo.

El hígado, un órgano clave

Hígado inflamado

El hígado es un órgano sólido ubicado en la parte superior derecha del abdomen, por debajo del diafragma. De forma clásica, este se divide en dos lóbulos principales, derecho e izquierdo, y dos lóbulos accesorios, el cuadrado y el de Spigel.

Este órgano cuenta con una gran red de venas y filtros enzimáticos que le permiten cumplir varias funciones de depuración y metabolismo en el cuerpo humano. Actúa del siguiente modo:

  • desintoxica
  • limpia la sangre
  • lucha contra diferentes infecciones
  • almacena vitaminas y energía
  • segrega la bilis, sustancia necesaria para cumplir las actividades digestivas

La hepatomegalia

Se define como «hepatomegalia» el aumento patológico del tamaño del hígado. No se trata de una enfermedad como tal, sino de un signo de un problema subyacente, es decir, es una manifestación de una enfermedad de fondo.

La hepatomegalia no solo se cursa con el agrandamiento o ensanchamiento del hígado. También significa que dicho órgano superará los límites considerados como normales para él mismo, lo cual puede llegar a causar muchas molestias. 

A su vez, los órganos a su alrededor dejarán de funcionar como deberían. Así pues, cuando el hígado se encuentra en mal estado, el resto del organismo podrían fallar. 

¿Cómo saber si tengo el hígado inflamado?

Saber si tenemos el hígado inflamado no es una tarea fácil. Sin embargo, hay ciertas molestias que podrían darnos una pista de que deberíamos acudir al médico para una evaluación.

1. El dolor

Aunque el dolor puede llegar a ser muy silencioso al principio, este evolucionará en intensidad con los días. Lo característico de este dolor es su ubicación. Siempre se encontrará en el lado superior derecho de nuestro abdomen.

Al mismo tiempo, es posible presentar hinchazón en el abdomen. Esta inflamación aumentará con el paso del tiempo de manera gradual.

2. La fiebre

La fiebre es el signo de la alteración en la salud de nuestro cuerpo debido a infecciones, virus o bacterias. No obstante, también puede estar relacionada con el hígado.

Si presentas fiebre continua quiere decir que algo no está yendo bien con tu cuerpo. A su vez, si tienes el hígado inflamado es usual tener fiebre con regularidad.


3. La ictericia

Comparación con un hígado inflamado

La ictericia va ligada con la salud de nuestro hígado. Si el hígado se encuentra en mal estado comenzarás a notar que tu piel y tus ojos se tornan amarillos.

Este síntoma se produce por un aumento de la bilirrubina en sangre por encima de 1,3 miligramos por decilitro. Siempre nos lleva a pensar en algún tipo de trastorno hepático.

4. Náuseas

Recuerda que el hígado se encarga de eliminar toxinas y sustancias que nuestro cuerpo no puede procesar. Esto nos lleva a otro síntoma característico: las náuseas.

Si el hígado falla, algunas comidas serán difíciles de digerir, causando náuseas y malestar general. Por ejemplo, aquellas que contengan exceso en grasas, sal, harinas e inclusive aquellas muy sazonadas.

5. Las heces

Siempre podemos ver el resultado de la salud de nuestro organismo en las heces y la orina. Aunque no es agradable prestarles atención, es bueno detenerse a observarlos durante un par de segundos. Cuando este órgano falla puede ocasionar que las heces se vuelvan claras, incluso blancas. 

6. Mal sabor en la boca

El mal sabor en la boca también es un síntoma habitual de la inflamación del hígado. No obstante, hay otras patologías que pueden presentar esta característica.

El mal sabor en la boca se debe a que se comenzarán a acumular las toxinas y las sustancias que él debería eliminar. Esto produce malos aromas que se redireccionarán hacia la boca, haciendo que se presencien malos sabores.


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7. Problemas digestivos

Como ya lo hemos mencionado, el hígado participa en la digestión de múltiples alimentos ingeridos, sobre todo las grasas. En este sentido, la digestión difícil de ciertos alimentos puede indicar que algo no funciona de forma adecuada en el hígado. Las personas pueden manifestar sensación de pesadez, gases y malestar abdominal.

8. Cansancio excesivo

Otro de los síntomas comunes de las enfermedades hepáticas es la fatiga o cansancio excesivo y sin razón aparente. De acuerdo con la Asociación Catalana de Pacientes Hepáticos los investigadores desconocen la causa exacta de esta manifestación. No obstante, se cree que aparece debido a la alteración hormonal y de la química cerebral.PUBLICIDAD

9. Cambios en la orina

Los trastornos hepatobiliares se asocian con altos niveles de bilirrubina en sangre. Esta última suele depositarse de forma excesiva en forma de urobilinógeno en el riñón. De esta forma, la orina se torna de un color muy oscuro y adquiere una consistencia ácida.

10. Escozor en la piel

La ictericia asociada al aumento del tamaño del hígado suele producir picazón en la piel o prurito. Según estudios, esto se debe a la acumulación de la bilirrubina en las capas cutáneas, lo que puede resultar muy incómodo para las personas.

11. Inflamación en el abdomen y miembros inferiores

Las enfermedades hepáticas pueden causar edema, lo cual no es más que la extravasación de líquido a un tercer espacio corporal. El edema abdominal es muy común en las enfermedades hepáticas, por lo que es posible observarlo si se tiene el hígado inflamado. Este síntoma también se conoce como ascitis.PUBLICIDAD

Por su parte, el edema puede progresar y afectar los miembros inferiores, e incluso, todo el cuerpo en los casos más severos. Esta última condición se conoce como anasarca y es un motivo para visitar al médico de forma inmediata.

La ascitis puede comprimir el abdomen y el estómago, por lo que las personas pueden presentar disminución del apetito y reflujo gastroesofágicoTambién es posible notar un aumento de peso, el cual se deberá a la acumulación de líquido del edema.

¿Qué puede ocasionar la inflamación del hígado?

Como el hígado es un órgano enlazado a todos los procesos de nuestro cuerpo, muchos factores pueden afectarlo, tales como:

  • sobrepeso
  • obesidad
  • alcoholismo
  • infecciones bacterianas
  • intoxicación por medicamentos o plantas
  • insuficiencia cardiaca congestiva
  • cáncer
  • enfermedad del hígado graso
  • acumulación anormal de sustancias como grasa, proteínas, hierro o cobre
  • hepatitis tóxica
  • obstrucción de las vías biliares

¿Es posible prevenir un hígado inflamado?

Como puedes ver, existen múltiples causas que pueden generar la inflamación del hígado. En este sentido, no existe una medida que sea 100 % eficaz para evitar todas estas patologías. Sin embargo, un estilo de vida saludable ayuda a mantener el buen estado de salud en general y a evitar múltiples afecciones, incluso hepáticas.

De esta manera, algunos de los consejos que puedes seguir para evitar tener un hígado inflamado son los siguientes:

  • Mantener una alimentación sana y balanceada.
  • Moderar la ingesta de alcohol.
  • Seguir las instrucciones al tomar medicamentos.
  • Mantener un peso saludable.
  • Evitar las infusiones herbales, sobre todo en niños.
  • Dejar de fumar.
  • Limitar el contacto con sustancias químicas nocivas.

A tener en cuenta

En caso de que notes molestias y tengas inquietudes, acude a tu médico para una evaluación. Bajo ninguna circunstancia se debe recurrir a la automedicación ni a los remedios naturales, ya que podrían resultar contraproducentes.

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