Si eres del tipo de persona que comienza a sudar frío cada vez que alguien se te acerca con un recién nacido y pronuncia las aterradoras palabras “¿Te gustaría sostenerlo?“ entonces este artículo es para ti. Los bebés no son particularmente aterradores, sino todo lo contrario, pero si nunca has pasado tiempo con uno, pueden parecerte absolutamente desconcertantes. ¿Hay algún secreto para interactuar con bebés?No, pero sí hay ideas buenas para la hora de enfrentarse con uno.
A pesar de tus opiniones sobre el tema, el resto de las personas seguirá teniendo bebés. Es un hecho. Y si son amigos o familiares, lo más probable es que te toque sostener uno en algún momento. Si eres mujer, el resto del mundo asumirá que naciste con habilidades innatas para el cuidado de un recién nacido, como si por tener útero y vagina mágicamente se te otorgase el conocimiento total sobre los niños. Pero sabemos que no es así. Incluso las madres primerizas miran a sus hijos y piensan “¡¿qué eres y qué quieres de mí?!” el 80% del tiempo.
La siguiente lista no te ayudará a lidiar con las madres de los niños. Eso es otro tema que de hecho resulta mucho más complicado. Pero los bebés en sí son relativamente fáciles de tratar. Aún así no tengas expectativas muy altas respecto a su sociabilidad. Esto es lo que necesitas saber.
1. Sostén la cabeza
Si solo vas a recordar una cosa de esta lista, que sea esta por favor. Si el bebé tiene menos de 3 meses, estás sosteniendo un ser humano cuyos músculos del cuello aún no se han desarrollado lo suficiente. Es una masa de sólidos blanditos y fluidos que no puede manejarse a sí mismo, salvo por las cuerdas vocales y una que otra patada. Debes poner tu mano o tu brazo por debajo de su cuello y cráneo o se le irá hacia atrás, todos gritarán y no querrás volver a intentarlo, nunca.
2. Si los padres te dicen que no hagas algo, no lo hagas
Los padres, incluso si andan muertos de sueño, siempre sabrán más de su pequeño que tú. Si te piden no hacerlo saltar sobre tus rodillas, no hacerle cosquillas o no presionar su pancita, pues no lo hagas. Incluso si lo que te piden te parece irracional –como sanitizar cada parte de tu cuerpo antes de entrar en contacto con el bebé – trata de seguirles la corriente en la medida de lo posible. Eventualmente se relajarán.
3. Puedes ayudarte apoyándolos en tu hombro o en tus piernas
Hay un cierto protocolo aceptado para interactuar con bebés según su edad. Los pequeños deben ser mecidos en tus brazos con su divertida cabecita bien sujeta, o si no apoyados en tus hombros, con un brazo bajo su trasero y la otra mano afirmándolo en la espalda. Los más grandes pueden ser sostenidos así también, pero una vez que aprenden a sentarse prefieren estar sobre tus piernas y mirar tu rostro y el resto del ruidoso mundo que les rodea.
4. No esperes encanto
Durante los primeros meses los bebés son llorones, están enojados, con la cara siempre roja, a veces tienen granos, y en resumidas cuentas bastante incapaces de conectarse con los visitantes. En el mejor de los casos se te quedarán mirando y quizás hasta te regalen una sonrisa.
Una vez que pasan a la etapa de reaccionar con la gente, puede que se la pasen llorando y que no los impresiones en lo absoluto, pero no es su culpa: no tienen idea de la cortesía y no les importa que hayas viajado muchos kilómetros para verlos o que les hayas traído ese bonito peluche. No te lo tomes como personal.
5. No te espantes por los fluidos corporales
No ocupes trajes blancos o ropas caras con criaturas pequeñas que no tienen el más mínimo controlsobre sus propias excreciones. Los vómitos del bebé no son como los de los adultos, es sólo leche y aún están aprendiendo cómo digerirla. Trata de tener un paño puesto sobre los lugares donde podrían vomitar. Tu grito de “qué asco”, no será bien recibido por personas que deben lidiar con todas las excreciones que esta criatura realizará durante muchos años.
6. No uses pendientes largos
Esta es una regla que te beneficiará, sobre todo con bebés de 5 o más meses de vida: no pongas nada de valor cerca de ellos que puedan tirar o echarse en la boca. Porque lo harán. La pieza más importante son los aros largos, ya que puedes perderlos o incluso parte de tu oreja. De cualquier modo dolerá muchísimo.
7. No los ignores
Tratarlo como si no estuviese presente no hará que todo se “sienta normal”; es descortés. Está bien tratar de mantener una conversación mientras el bebé está muy activo, pero mirarlo de mal modo cada vez que interrumpe no ayudará en nada. Si ellos te dicen que no les prestes atención, hazles caso, pero no significa que no interactúes nada con el pequeño, incluso si solo es para darles a sostener tu dedo.
8. No dejes que se lleven nada pequeño a sus bocas
La gente suele pensar esto relacionado más bien con niños crecidos, pero los bebés lo hacen también: si luce interesante, sabroso o muy peligroso intentarán sin duda ponerlo en su boca. Los bebés pueden ser lindos, pero aún no saben nada de las reglas de supervivencia. Si ves que se llevan algo a su boca y sus padres no lo han notado, quítaselo y distráelo con otra cosa.
9. Si se ponen a llorar, no lo tomes personal
A los bebés les salen los dientes, tienen cólicos, no quieren dormir la siesta a horas adecuadas, les da hambre, y muchas otras cosas. Para todo esto, tienen la misma reacción: llorar. Si estás con ellos por una hora y todo lo que hacen es llorar, no lo tomes como una ofensa personal o como un juicio a tu amistad con los bebés; estos son seres caprichosos y no les importas mucho, para bien o para mal. Pero haz el esfuerzo de todos modos, porque si te sonríen te puedes dar por satisfecho y sentirte feliz.
