Uno de cada cinco empleados planea cambiar de trabajo

Según los expertos del mercado laboral, septiembre es uno de los mejores meses para buscar trabajo. Y los españoles lo están tomando al pie de la letra este año: el número de personas que planean un cambio de trabajo sigue creciendo a pesar de la incertidumbre económica. Tanto si te fijas en las encuestas que InfoJobs realiza periódicamente sobre la predisposición a dar el salto de empresa a empresa (ha subido dos puntos, del 15% al ​​17% de la población activa en el último año), ya sea la realizada. por PwC (uno de cada cinco empleados se plantea mudarse) o el lanzado conjuntamente por Adecco e Infoempleo (un 19% ya ha ahondado en la búsqueda), lo cierto es que “las ventas han aumentado de forma importante en las empresas, incluso en aquellas que destacan en tarifas bajas”, dice Antonio Núñez, socio fundador de Parangon Partners.

Recientemente, su firma de selección de ejecutivos, junto con el profesor José Ramón Pin del IESE y la consultora Opinno, realizaron un estudio que confirma que la Gran Renuncia española ya está aquí. “El fenómeno tardó más en arraigarse en nuestro país, pero ya arraigó, aunque con una intensidad muy distinta a la de Estados Unidos”, dice Núñez. A diferencia de allí o del Reino Unido, países con un mercado laboral con menos paro y barreras que el nacional, en España la salida suele ir acompañada de un nuevo proyecto profesional y no de un salto al vacío. Y esa situación preocupa al 85% de los 2.400 directores generales y altos ejecutivos encuestados para el estudio, que ven una alta rotación [cercana al 20%, según Adecco e Infojobs] un obstáculo para retener el talento y atraer nuevos candidatos.

“Hay una fuerte intención de cambiar de trabajo. La pandemia ha aumentado el deseo de las personas de vivir de otra manera, con mejores horarios de trabajo y menos estrés. Afecta sobre todo a las generaciones más jóvenes, pero también lo vemos en directivos quemados”, comenta Javier Caparrós, responsable de Reclutamiento Profesional de Manpower.

Este también es el caso de Sol Romero, una exempleada de un gran banco de 41 años, que decidió cambiar de vida hace poco más de un año: “Después de 16 años en la banca y la consultoría, ya no me veía. Mi trabajo me parecía interesante, pero el ritmo era difícil de manejar con dos hijas. Salí del banco y me tomé un tiempo para estar más presente en casa. Y mientras tanto, quería establecer algo que me permitiera más flexibilidad y organizar mis propios horarios». Y descubrió que entrenamiento. Tras formarse en este campo, en marketing digital y emprendimiento, Romero está a punto de darse de alta como freelance para trabajar como Entrenador.

Los datos de la Seguridad Social confirman que los españoles están renunciando a sus trabajos. Mientras que 31.872 personas terminaron voluntariamente su contrato de trabajo indefinido en 2021, 30.304 lo hicieron entre enero y julio de este año, es decir, un 80% más que en el mismo período del año pasado. Y ello a pesar de que las empresas hacen contraofertas con incrementos salariales de entre el 15 y el 25 por ciento a quienes presenten su dimisión para no perder talento y los costes de tiempo y dinero asociados, advierte Caparrós.

Salud mental

“El año pasado se dijo que la Gran Renuncia no llegaría a España, pero en lo que va de 2022 han dimitido más de 30.000 personas. Los problemas de salud mental están surgiendo como resultado de Covid. La gente se va porque tiene problemas con su jefe o porque no encuentra en su empresa herramientas de bienestar que le permitan conciliar el trabajo y la vida privada”, señala Mar Aguilera, directora general de la Fundación Alares. En su opinión, actualmente se le está dando a la salud mental una importancia sin precedentes; De hecho, la demanda de los programas de bienestar y salud mental que ofrecen las empresas de Alare ha aumentado un 95% en el último año.

Más de la mitad de las personas que pretenden dejar su trabajo lo hacen por falta de mediación, y se cambian con mucha facilidad a otra empresa si les ofrece trabajo remoto, añade Aguilera.

Aunque los porcentajes varían de un estudio a otro, las razones para abandonar las organizaciones son siempre las mismas. Según Mónica Pérez, directora de estudios y comunicación de InfoJobs, el salario es el principal motivo con más del 51% de las menciones, sobre todo entre los jóvenes de entre 16 y 24 años con un 60%. Pero su peso ha bajado un 74% desde hace un año. Por otro lado, existe una creciente búsqueda de mejores términos de contrato, lo que viene como la segunda motivación para un cambio de empresa ante el esfuerzo por un proyecto de desarrollo o un desafío motivador, que ahora es la tercera. Y la atención, las relaciones tóxicas o el clima laboral cobran cada vez más importancia entre los motivos de salida de las empresas. Porque según Pérez, la salud mental, o mejor dicho, el estrés constante y el ambiente tóxico, son la primera razón para dejar el trabajo.

InfoJobs, así como Adecco y Manpower, están notando un aumento en el número de candidatos que solicitan puestos vacantes a principios de septiembre. Sin embargo, dada la incertidumbre económica, las empresas parecen reacias a aumentar la contratación. “Se reactivan las vacantes, pero no tanto como en otros septiembres”, admite Javier Blasco, director del Instituto Grupo Adecco. La tecnología, la logística, la educación y la salud atraen puestos de trabajo, así como la hostelería y los servicios, dice. Empresas como Meta, Kyndryl, Amazon, Seur, Getir o BBVA tienen en marcha importantes planes de contratación. Y también hay bastante competencia pública, en empresas como Aena, Adif, Navantia o las autoridades portuarias.

Viene la resignación silenciosa

El director del Instituto Grupo Adecco está preocupado por una tendencia que está fuerte en las redes sociales. Es la gran resignación silenciosa que los empleados (nuevamente, especialmente los jóvenes) tienden a hacer su parte justa del trabajo, establecen sus horarios y no se involucran con las empresas más de lo necesario, en lugar de salir de ellas, dado el clima económico. . “Con tres millones de parados, con sectores todavía poco atractivos para los jóvenes, como la agricultura, la hostelería, la construcción o la industria. Agregue resignación tranquila y la imagen es sombría. Si no conseguimos que la gente siga carreras en áreas fundamentales del negocio como el digital o la energía, vamos a tener un gran problema”, pronostica Javier Blasco.

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