A nivel mundial, uno de cada 700 niños aproximadamente nace con síndrome de Down, por tanto, es una condición genética más común de lo que parece. Si tu pequeño nació con esta alteración es cierto que asumirás un desafío en su crianza, pero también es verdad que con terapias de estimulación temprana podrás fortalecer sus destrezas y así aprovechar la capacidad neuronal de sus primeros años de vida para garantizarle un mejor desarrollo psicomotor, cognitivo, lingüístico, social y afectivo.
Según explica la doctora de la Sociedad Peruana de Síndrome Down, Liliana Peña Herrera, el síndrome de Down ocurre cuando una persona tiene 47 cromosomas en lugar de 46. “Tienen un cromosoma de más que le da determinados rasgos físicos: bajo tono muscular, ojos achinados, perfil facial plano, orejas chiquitas”, sostiene.
ESTIMULACIÓN TEMPRANA
Dado que presentan un nivel de desarrollo y capacidad de aprendizaje más lentos, es importante que su hijo interactúe con otras personas y reciba un trato homogéneo para beneficiar sus habilidades lingüísticas. De allí que existan personas con esta condición genética que trabajan, se enamoran y casan. “También necesitan hacer ejercicios por el bajo tono muscular (médicamente conocido como ‘hipotonía’) que poseen”, refiere la especialista.
Siempre trate de vincularlos con el mundo que los rodea a través de la danza, la música y los cuentos. Así mismo, involucre a toda la familia en este proceso, pues detrás de una persona con síndrome de Down que ha evolucionado bien, se encuentra la dedicación de sus seres queridos.
Por: Natalí Florián
