Expertos enfatizan que un elemento importante en el cuidado de los pacientes con esclerosis múltiple (EM) es una sana convivencia en familia, que puede fomentarse con actividades como pasear en la ciudad -si la enfermedad lo permite- o incluso viajar, en las posibilidades de cada familia. Las estadísticas indican que de 12 mil a 15 mil personas padecen esclerosis múltiple en México
«Los pacientes con EM generalmente sienten depresión, tristeza e incluso abandono, por ello es muy importante fomentar la convivencia familiar, sobre todo en esta época de vacaciones. Siempre y cuando se tenga un seguimiento puntual con su especialista en neurología y los cuidados necesarios, es posible viajar con los familiares para disfrutar de esta experiencia», explicó Erwin Chiquete Anaya, doctor en ciencias y especialista en neurología.
«El neurólogo les informará sobre los cuidados que deben seguir para mantener la continuidad del tratamiento y minimizar los riesgos de un brote de la enfermedad. Particular atención se debe tener al viajar a zonas cálidas, pues el calor puede exacerbar algunos síntomas de lesiones de la EM previas, como molestias sensitivas, fatiga o falta de fuerza.», aseguró Chiquete Anaya. Por ello, el especialista en neurología compartió algunas recomendaciones para que los pacientes mexicanos puedan disfrutar de la convivencia en familia durante las vacaciones, sin exponer su salud.
«Lo primero que se debe tomar en cuenta, al planear un viaje o paseo, es verificar las condiciones climáticas del lugar al que se acudirá. Se debe corroborar que no existan cambios bruscos de temperatura y, en medida de lo posible, que el destino o la propia ciudad no sean demasiado calurosos, para minimizar la fatiga del paciente», afirmó el también investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición «Salvador Zubirán».
«Por otro lado, transportar los medicamentos siempre es un reto al viajar. Los fármacos contribuyen a disminuir el riesgo de recaídas, a disminuir la probabilidad de adquirir más discapacidad y a minimizar la pérdida de volumen cerebral -la cual es tres veces más rápida en pacientes con EM- y no pueden interrumpirse bajo ninguna circunstancia. Si el fármaco es inyectable, se requerirá de las instrucciones adecuadas provistas por el médico a cargo, sobre el modo de transporte y almacenamiento de la medicación, pues los inyectables son usualmente los más delicados en este sentido. Cuando el medicamento es oral, se deberá especificar la cantidad necesaria durante la estancia.»
Comentó además: «Es esencial mencionar las dificultades que enfrentan los pacientes por los prejuicios y mitos alrededor de la enfermedad. Por ello, mientras mejor informados estemos todos como país, seremos más incluyentes y así los pacientes podrán complementar la calidad de vida que les ofrecen el neurólogo, sus cuidadores y el apego al tratamiento», agregó el también integrante activo de la Academia Mexicana de Neurología.
Al finalizar su participación comentó que padecer esta enfermedad no es motivo para dejar de viajar, de producir y de ser feliz, pero sí es vital que el paciente conozca sus límites y, en caso de sentir algún síntoma, solicite de inmediato una evaluación médica para evitar recaídas y controlar su salud.
