El Año Nuevo está por llegar y ya comenzaron los preparativos para su celebración. Una de las tradiciones más arraigadas es la de comer doce uvas en coincidencia con los primeros doce segundos del nuevo año para pedir doce deseos. Su consumo genera todo tipo de fenómenos, incluyendo la especulación económica por parte de los vendedores.
La cantidad de uvas y deseos también coinciden con los doce meses del año, por lo cual se espera que de intenciones se realicen en los siguientes 365 días del año. También te puede interesar:“Los vinos que producía el padre Miguel Hidalgo antes de ser revolucionario.La tradición tiene su origen en España y dicta que se debe comer una uva por cada campanada de los doce primeros segundos de la medianoche. Antiguamente, las campanadas eran marcadas por las iglesias de los pueblos y ciudades, las cuales anunciaban que el Año Nuevo había comenzado. Tras el consumo de las uvas, las personas emiten sus felicitaciones a amigos y familiares, y la música y la fiesta tienen lugar.
Las doce uvas, ¿una ocurrencia de los campesinos o de las clases adineradas? De acuerdo con algunas versiones, fue en 1909 cuando la tradición comenzó. Entonces, los productores de uvas de Alicante, España, buscaron vender el excedente de su cosecha y crearon esta tradición. También existe una versión que dice que las clases adineradas, idearon esta tradición en la década de 1880, pues querían imitar las celebraciones de la burguesía francesa, quienes comían uvas y tomaban vino espumoso para el inicio de año. En 1894 los diarios españoles ya hablaban de las “uvas bienhechoras” como una tradición importada y antigua, pese a que no hay registro que lo fundamente. 
Debido a la cercanía cultural, muy pronto la tradición llegó a nuestro país, inicialmente entre los burgueses. En España y México la tradición es consumir uvas frescas, sin importar si son rojas o verdes. Sin embargo, ante la carencia de uvas hay quienes las sustituyen por pasas o vino. La importancia de que se trate de uvas es porque suelen estar vinculas a Cristo en la tradición cristiana, donde el vino representa la sangre de Jesús. En la actualidad son pocos los lugares donde las campanas replican a la medianoche. Sin embargo, casi todos los medios masivos de comunicación, como lo son radio y televisión, transmiten en cadena nacional las campanadas.
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