‘Mi hijo con Síndrome de Down fue violado por un paratleta de alto rendimiento’

 «Dolor, mamá, dolor», Eso fue lo único que le dijo Juan Sebastián García, nadador con Síndrome de Down, la noche del pasado 17 de febrero, a Sonia García, su madre, mientras señalaba con encogimiento sus partes íntimas.

La mujer, absorta, pues ese día tan solo habían estado en clase de tecnificación en el Complejo Acuático Simón Bolívar, optó por revisar debajo de la ropa.

De inmediato, al ver los genitales inflamados, la piel irritada y el saco escrotal recogido, pensó que era una enfermedad.

Para estar tranquila, Sonia trató de agendar una cita urgente en su EPS con los médicos que han atendido a Juan Sebastián durante la mayoría de sus 21 años.

Sin embargo, no había disponibilidad.

Ante la extrañeza de aquella situación, la mamá decidió indagar al día siguiente en el centro deportivo que frecuentan desde hace dos años.

A su llegada, Janeth*, madre de Camilo*, un compañero de Juan en el programa distrital para nadadores con discapacidad, la recibió con una pregunta inquietante: «¿Cómo está el niño?».

Tras un «mal» que apenas murmuró Sonia, le pidió que hablaran retiradas de las demás.

«Camilo vio que ayer abusaron de Juan Sebastián en el vestier», le dijo Janeth.

Alarmada, Sonia fue con su hijo a buscar al entrenador del grupo, quien le pidió que fuera al médico para que lo revisaran con urgencia. Ella, consternada, pero consciente, tomó a Juan Sebastián y lo llevó primero a la oficina de seguridad del Complejo para pedir las grabaciones del día anterior.

Hecha la solicitud, llamó a uno de sus doctores de confianza y le explicó el panorama. Fue cuestión de una revisión para que el internista activara el protocolo por supuesta agresión sexual.

Juan Sebastián fue trasladado en ambulancia a la Clínica Los Cobos, donde lo hospitalizaron hasta el domingo 20 de febrero. El sábado, mientras un urólogo y un proctólogo registraban las lesiones y trataban al deportista, Sonia instauró la denuncia telefónica en la Fiscalía General de la Nación por el abuso sexual que parecía haber sufrido su único hijo.

Desde entonces, han pasado 202 días en los que la mujer asegura haber hecho hasta lo imposible para que la investigación avance.

Pero, al contrario, le dice a EL TIEMPO, «el caso se ha llenado de extrañezas que dejan serias dudas sobre el funcionamiento de la justicia en este país».

Y en esa incertidumbre, Juan y ella están lejos de ser los únicos afectados.

Cámara de seguridad.Foto:

iStock

Según alega Sonia, la primera extrañeza del caso fue que la Fiscalía no le notificó quién lo asumía y cómo se procedería.

Por eso, el 25 de febrero, seis días después de la denuncia, fue hasta el área de delitos sexuales del Complejo Judicial de Paloquemao y exigió que le dieran esa información.

Por consejo de un familiar, también pidió la valoración de Medicina Legal. El análisis del instituto forense dictaminó «hallazgos clínicos compatibles con trauma reciente» tras observar parafimosis, fisuras a nivel anal y desgarro en el pliegue interglúteo.

Con ese resultado, el primero de marzo, Sonia fue citada junto a Janeth y Camilo para rendir testimonio en la Fiscalía.

El menor, quien sufre de una discapacidad auditiva, y llegaba como único testigo de lo ocurrido, manifestó que todo había sucedido en un cubículo del vestier, que no había podido ver el rostro del agresor, que recordaba que usaba guantes, pero que difícilmente podría identificarlo, según cuenta la madre de la víctima.

Luego, el 17 de marzo, García fue llamada con su hijo para revisar los videos de las cámaras de seguridad del Complejo el día del abuso.

Al asistir, manifiesta, la dejó «aterrada» que faltaba media hora en los registros.

«Lo crucial, el momento en el que Juan entra al vestier, no aparecía. Tan solo se veía al hijo de Janeth entrar», cuenta.

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«Yo reclamé por eso porque no puede ser que pase dos veces, y una de las investigadoras me dijo sin sonrojarse ‘Es que los equipos de la Fiscalía fallan mucho'»

Ante el reclamo por esa anomalía, pasados unos días, volvió a ser citada para revisar el material. Entonces faltaron 15 minutos de la cinta.

«Yo me quejé por eso porque no puede ser que pase d.os veces, y una de las investigadoras me dijo sin sonrojarse ‘Es que los equipos de la Fiscalía fallan mucho'», apunta García.

En ese punto, comenta la mujer, los investigadores volvieron a citar a Camilo, pero el menor no pudo asistir porque sufrió un cuadro de ansiedad que lo llevó a ser hospitalizado en la antesala de la reunión.

Luego, cuando consiguió ir, Sonia dice que de la Fiscalía le aseguraron que el menor había dicho que el sujeto usaba guantes de látex. «Yo le pregunté a la mamá de Camilo y me respondió: ‘Mi hijo no dijo eso. Él ni sabe qué es el látex'», apunta.

Producto de la tensión del proceso, Sonia cuenta que Janeth le comentó que preferían mantenerse al margen, pues Camilo había quedado muy afectado por lo que vio y prefirió retirarse de los cursos de natación.

A finales de marzo, Sonia y Juan Sebastián García estuvieron en las oficinas del ente investigador para ver las grabaciones una vez más. En esa oportunidad, asegura la madre, sí estaban los videos completos. Sin embargo, su hijo no logró identificar al presunto agresor.

«Juan se confundió mucho. Mostró una persona y luego mostró otra. No sé si estaba muy reciente, pero señaló a dos personas que salieron del vestier, por eso la Fiscalía dijo que ‘él no sabe nada'», acota.

Hasta abril, cuando en la casa le preguntaban a Juan por el agresor, él tan solo respondía con dos palabras «señor» y «ducha». Sin embargo, a comienzos de mayo, en una charla con su tía, el deportista dio el nombre de la persona que recuerda como su agresor.

Y a partir de ahí el caso tomó otro impulso para Sonia.

Madre de deportista con Síndrome de Down abusado en Bogotá

Sonia García, la madre del nadador Juan Sebastián García. Foto:

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García llegó con su hijo de nuevo al Complejo Acuático el 3 de mayo.

Sentados en las gradas, la madre le pidió a Juan que señalara al supuesto abusador.

El joven, sin aspavientos, apuntó con su dedo a uno de los atletas de alto rendimiento que estaban en práctica.

Según describe Sonia, el hombre señalado por Juan sufre de una discapacidad intelectual. El sujeto sería 16 años mayor que su hijo, tendría una contextura mucho más vigorosa y contaría con una vasta carrera. Además habría competido y ganado medallas en varios juegos Paranacionales representando a Bogotá.

Con esa información, Sonia y Juan regresaron a la Fiscalía para comunicar la novedad.

«Les dijimos que el video de Juan señalando al agresor debía estar en las grabaciones del Complejo, que por favor las pidieran», comenta. Sin embargo, dice ella, a hoy, 10 de septiembre, esas imágenes no han sido revisadas por los investigadores.

García cuenta que la Fiscalía le ha dicho que cuando tengan esas grabaciones, Juan Sebastián debe ser sometido a una valoración psiquiátrica para evaluar su «grado» de comunicación, discapacidad y posibilidad de narrativa.

Esto, para el grupo jurídico del Programa de Acción por la Igualdad y la Inclusión Social de la Universidad de los Andes, que le brinda asesoría integral a la familia, vulnera el principio de igualdad.

«No hay fuente legal que establezca requisitos adicionales para determinar la validez del testimonio de la víctima de un delito, por el mero hecho de que se trate de una persona con discapacidad; por el contrario, sí existe un marco normativo que señala de forma clara que las personas con discapacidad son plenamente capaces y no pueden ser sometidas a tratos discriminatorios a razón de su discapacidad«, señalan los abogados en su más reciente concepto.

PIscina

PIscina.Foto:

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Mientras el caso sigue en investigación, la hipótesis de la madre, basada en lo que ha podido ver de los videos y lo que logró indagar con su hijo, con Camilo y con Janeth, es que el sujeto habría abusado de Juan ese día en uno de los cubículos con ducha del vestier de hombres del Complejo Acuático.

Al parecer, dice ella, el 17 de febrero Juan y Camilo se estaban cambiando con normalidad luego de su clase.

Sin embargo, cuando este último salió del baño, el agresor habría atacado a su hijo.

Minutos después, Camilo regresó al vestier porque se le había olvidado su botella de agua.

Al entrar de vuelta, el menor de doce años vio al sujeto abusando de su compañero y habría intercedido para que se detuviera el vejamen.

En ese punto, por el ruido, otro nadador, quien tendría una discapacidad visual, también entró en escena para defender a Juan con su bastón.

«Al final, como se ve en los videos, el agresor, que es el único que usa guantes, y sus amigos, que por cierto le estaban haciendo de campaneros, salen de afán. Juan y Camilo se quedan hasta que terminan de organizar sus cosas y salen tiempo después. Así es como siento que pasó todo», comenta Sonia.

‘En manos de Dios’

Desde el día del abuso hasta hace quince días, no hubo semana en la que Sonia y Juan Sebastián no estuvieran en la Fiscalía indagando por su caso.

La razón por la que se detuvo, dice, es «porque, a pesar de haber hecho de todo, la investigación está quieta».

«Es claro que están encubriendo al deportista, a la persona, están pensando en no afectar el nombre del IDRD. Todo ha sido muy extraño, desde el comienzo. Hay algo detrás, de eso estoy segura», afirma.

Entretanto, García denuncia que también hace dos semanas el grupo de tecnificación de paranatación del Distrito, al que pertenecía Juan Sebastián, fue desintegrado extrañamente.

«Es una especie de represalia. Les están vulnerando los derechos a los niños. Los separaron y les dijeron: ‘hay estas sedes para que vayan, miren a ver'», explica Sonia, quien inscribió a su hijo en un centro de Chía para no desistir en su proyecto de vida.

Cuando se habla del caso, Juan empieza a lastimarse. Yo a ratos lloro y, si él me ve, también empieza a llorar.

Sobre lo que han sido los últimos seis meses de angustia, la madre del menor abusado cuenta no ha habido forma de pasar la página.

«Yo me he enfermado, le he impregnado esa angustia a Juan y hemos estado muy afectados. Cuando se habla del caso, Juan empieza a lastimarse. Yo a ratos lloro y, si él me ve, también empieza a llorar», expone.

«La psicóloga que nos acompaña ya me convenció de que es momento dejar que los abogados hagan lo suyo. Difícilmente yo pueda hacer algo, pues la Fiscalía no quiere aceptar nada de lo que Juan dice. Es muy duro todo lo que hacemos como padres de un niño con Síndrome de Down para abrir puertas en la sociedad y que, cuando ingresemos, nos pase esto. No me queda sino dejar este caso en manos de Dios. Que sea lo que él disponga», concluye Sonia García.

El Idrd y la Fiscalía se pronuncian

Consultadas por este diario, fuentes de la Fiscalía aseguran que «el caso de Juan Sebastián García no está quieto».

Según dicen, se han hecho distintas mesas de trabajo para analizar el caso y poder avanzar en la investigación.

A la fecha, aseguran, se han llevado a cabo 39 actividades investigativas relacionadas. Sin embargo, «todavía no se ha identificado al agresor».

El Instituto de Recreación y Deporte (Idrd), ente encargado de la administración del Complejo Acuático, explica que «se hizo activación con la Fiscalía, que le dio celeridad al caso, y se ha trabajado con el Icbf y con apoyo psicológico de primeros auxilios para Juan Sebastián».

«Nos enteramos de lo ocurrido por un entrenador del equipo. Hemos brindado acompañamiento a la familia, apoyo psicosocial y jurídico. Enviamos un oficio el 25 de febrero de 2022 y enviamos los datos de todas las personas que estuvieron el día del presunto incidente. A su vez, cuando la Fiscalía lo solicitó, enviamos los videos del día los hechos. Desde que se enviaron esas grabaciones, entraron en cadena de custodia. Razón por la cual nosotros no podemos ni manipularlos ni entregarlos a otra persona porque se perdería su calidad de prueba. Por tanto, no se le han entregado a la madre del deportista. Hemos estado atentos a todos los requerimientos de la Fiscalía. Hasta el momento no ha sido claro quién es el presunto agresor y por eso el Idrd no ha tomado medidas”, explicó un portavoz de la entidad.

“Una vez el ente investigador informe su identidad, tomaremos medidas de prevención o correctivas si se trata de un contratista o un deportista”, dijo sobre la hipótesis de la madre del afectado.

*Los nombres fueron cambiados por solicitud de la fuente.

Original.

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