La sordera súbita, por la hipertensión

Sordera súbita

“Fíjate, Manuel, que a la comadre Consuelo le bajaron el volumen del oído derecho”.

 

“¿Cómo que le bajaron el volumen, Clarita?”.

“Sí, ayer por la noche escuchaba perfectamente y el día de hoy sin más dejó de oír. Fue a que la revisaran y al parecer no tiene nada que le obstruya el oído”.

“¿Te refieres a cerilla?”.

“Sí, ¿a qué más?”.

“Bueno, puede ser que se le haya quedado metido algo. Es muy frecuente que la gente se meta cosas para limpiarse o rascarse los oídos”.

“No, no es el caso”.

“Bueno, podría tratarse de lo que tuvo un amigo mío, al que envié con nuestro médico, el Dr. M., y le pasó algo semejante. De un momento a otro le bajaron el interruptor del oído izquierdo. Resultó ser algo que llaman sordera súbita y está en relación con un defecto de nuestro transistor biológico de la audición que es el caracol, según me explicó. Parece también tener algo que ver con infecciones catarrales previas, pero también con hipertensión arterial (presión alta) o por tener las grasas altas. Debemos recomendarle que vaya a verlo”.

“Sí, Manuelito; por lo pronto ya no me comerás chicharrón ni cochinita, no vaya a ser que te suban más las grasas y me dejes de oír”.

Original.

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