Hipoacusia: qué puede indicar la sordera súbita

Aunque un 50 % de quienes sufren pérdida súbita de audición, que médicamente se denomina hipoacusia, la recuperan de manera espontánea –parcial o totalmente– en menos de 15 días, los síntomas deben considerarse como un motivo de consulta médica urgente. En ocasiones, esta sordera no ocurre de repente, sino que es algo que va en aumento con el paso de los días de una manera totalmente inexplicable.

Puede suceder a cualquier edad, independientemente del sexo, pero se ve con mayor frecuencia en adultos de entre 45 y 55 años, y puede afectar solo a un oído o a los dos.

SEÑALES DE UNA SORDERA SÚBITA

Hay gestos cotidianos que nos alertan de que algo raro está pasando en nuestros oídos.

Lo habitual es darse cuenta al despertarse o al tener que subir mucho el volumen de la televisión, la radio o el móvil. En otras ocasiones lo que ocurre es que, sorprendentemente, en una conversación normal la voz del interlocutor se percibe como un susurro o no oímos bien a quien nos llama por teléfono.

OTROS SÍNTOMAS QUE PUEDEN INDICAR SORDERA

No es raro que la sordera súbita vaya acompañada de otros síntomas, como mareos, vértigos, zumbidosen los oídosproblemas de equilibrio, sensación de taponamiento, o incluso estar precedida de un sonido explosivo.

En muchas ocasiones no se le da la importancia que tiene pensando que se trata de algo temporal. Pero si no se encuentra el origen y se le pone remedio, el problema puede convertirse en irreversible.

POR QUÉ APARECE LA SORDERA SÚBITA

Se origina cuando algo no va bien en el oído interno (ya sea en la cóclea o en el nervio auditivo). Aunque no siempre es posible identificar el motivo que la ha causado, lo más frecuente es que se deba a:

  • Procesos infecciosos
  • Tapones de cera
  • Golpes en la cabeza
  • La toma de algún fármaco
  • Problemas circulatorios
  • Enfermedades del oído interno, como por ejemplo el síndrome de Ménière
  • Tumores, enfermedades autoinmunes o neurológicas como la esclerosis múltiple

CUÁNDO ACUDIR AL MÉDICO

Si se nota una pérdida de oído repentina, la consulta con un especialista es obligada. Hay que hacerlo siempre, tanto si se percibe como un problema leve como si parece que puede tener mayor gravedad.

Cuanto antes se trate, menos secuelas habrá; crecerán las posibilidades de revertir la hipoacusia o, al menos, de disminuir el nivel de pérdida auditiva. El tratamiento siempre se dirige a la causa, si bien es cierto que se suelen recetar corticoides.

SORDERA CAUSADA POR MEDICAMENTOS

Existen fármacos ototóxicos, es decir, que perjudican al oído. Algunos solo afectan temporalmente la audición, que se recupera o mejora al dejar de tomarlos, pero otros lo hacen de forma permanente e irreversible. Una vez más, conviene recordar que cualquier fármaco debe de ser recetado por un médico.

El ibuprofeno, el ácido acetilsalicílico, algunos antibióticos, determinados diuréticos y los betabloqueantes están en esa lista de los fármacos que pueden dañar el oído.

Si sigues un tratamiento con alguno de ellos y pierdes audición, consulta con tu médico de inmediato.

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