La hipertensión arterial, comúnmente conocida como presión arterial alta, es una afección médica crónica en la que la fuerza del flujo sanguíneo contra las paredes de las arterias es constantemente elevada. Esta condición puede ser silenciosa y gradualmente dañar el sistema cardiovascular si no se controla adecuadamente. Afortunadamente, con cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, medicamentos, es posible sobrellevar la hipertensión y reducir los riesgos asociados.
¿Qué Causa la Hipertensión?
La presión arterial alta puede ser causada por diversos factores, incluyendo la genética, el envejecimiento, el estrés, el consumo excesivo de sal, la falta de actividad física y el sobrepeso u obesidad. Algunas condiciones médicas, como la diabetes y los problemas renales, también pueden contribuir al desarrollo de la hipertensión.
Síntomas y Diagnóstico
En muchos casos, la hipertensión no presenta síntomas evidentes en sus etapas iniciales. Sin embargo, algunos signos como dolor de cabeza, visión borrosa, fatiga y palpitaciones pueden ser indicativos. La medición regular de la presión arterial es fundamental para diagnosticarla. Se considera hipertensión cuando los valores de presión arterial sistólica están por encima de 130 mm Hg y/o los valores de presión arterial diastólica superan los 80 mm Hg.
Sobrellevando la Hipertensión
Cambio de Estilo de Vida: Adoptar una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, y limitar la ingesta de sodio, puede ayudar a controlar la hipertensión. La actividad física regular también es esencial. Al menos 30 minutos de ejercicio moderado varios días a la semana pueden mejorar la salud cardiovascular.
Gestión del Estrés: El estrés crónico puede contribuir a la hipertensión. Practicar técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda puede ayudar a reducir los niveles de estrés y mantener la presión arterial bajo control.
Evitar el Consumo Excesivo de Alcohol y Tabaco: Limitar o evitar el consumo de alcohol y dejar de fumar son pasos importantes para controlar la hipertensión y reducir los riesgos para la salud.
Control Médico Regular: Es importante realizar chequeos médicos regulares y seguir las indicaciones de tu profesional de la salud. En algunos casos, puede ser necesario recetar medicamentos para mantener la presión arterial bajo control.
Monitorización de la Presión Arterial en Casa: Muchas personas con hipertensión se benefician de medir su presión arterial en casa y llevar un registro de los resultados para compartir con su médico. Esto puede proporcionar información valiosa para ajustar el tratamiento si es necesario.
Cumplir con la Medicación: Si tu médico receta medicamentos para controlar la hipertensión, es esencial tomarlos según las indicaciones. No interrumpir el tratamiento sin consultar primero con un profesional de la salud.
Apoyo Social: Compartir tus desafíos y logros con amigos y familiares puede brindarte el apoyo emocional necesario para mantener hábitos saludables y sobrellevar la hipertensión.
La hipertensión arterial no tiene por qué ser un obstáculo insuperable. Con la atención adecuada y cambios en el estilo de vida, es posible controlarla y reducir los riesgos para la salud cardiovascular. Mantener una comunicación abierta con tu médico y adoptar hábitos saludables te ayudará a mantener tu presión arterial bajo control y a disfrutar de una vida más saludable.
Equipo T2S1.
