Gota vs artritis reumatoide: ¿Cuáles son las diferencias?

La gota y la artritis reumatoide (AR) son tipos de artritis o inflamación de las articulaciones. Si bien existen algunas similitudes en los síntomas entre las dos condiciones, también tienen algunos síntomas únicos, así como diferentes causas, pruebas de diagnóstico y tratamientos.

Los médicos confían en varias pistas para diferenciar entre la artritis reumatoide (AR) y la gota, incluida la edad del paciente, los factores del estilo de vida, los síntomas, los análisis de sangre y las pruebas de imagen. Una vez que la afección se diagnostica correctamente, se puede tratar adecuadamente.

Según la Fundación Española de Reumatología “En España, se estima que 1 de cada 4 personas mayores de 20 años padece alguna patología reumática, lo que supone cerca de 11 millones de personas afectadas”, según el estudio EPISER de la misma fundación. Se ha estimado que cerca de 880.000 personas sufren gota y casi 300.000 tienen artritis reumatoide.

¿Cuál es la diferencia entre la artritis reumatoide y la gota?

La artritis reumatoide es un trastorno autoinmune, lo que significa que es una afección en la que el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error a sus propios tejidos. Es una enfermedad inflamatoria crónica caracterizada por inflamación y dolor en las articulaciones. Los síntomas suelen consistir en articulaciones sensibles, hinchadas y calientes, con rigidez por la mañana o después de un período de inactividad. Los síntomas adicionales pueden incluir fatiga, fiebre y pérdida de apetito. 

El dolor articular asociado con la artritis reumatoide tiende a comenzar en las pequeñas articulaciones de las manos y los pies y suele ser simétrico (presente en ambos lados del cuerpo). La AR puede extenderse posteriormente a articulaciones más grandes como las muñecas, los codos, las rodillas, los tobillos, los hombros y las caderas a medida que avanza la enfermedad.

La gota es un tipo de artritis que se caracteriza por un dolor articular repentino e intenso, a menudo en el dedo gordo del pie. La gota también puede desarrollarse en los dedos, las muñecas, los codos y las rodillas. Ocurre cuando los cristales de ácido úrico se acumulan en una articulación, causando un intenso dolor e inflamación. Estos cristales se forman en las articulaciones cuando los niveles de ácido úrico en la sangre son altos. Ciertos alimentos y bebidas como la carne roja, los mariscos y el alcohol promueven altos niveles de ácido úrico en el cuerpo. 

Gota vs artritis reumatoide: ¿cuáles son las diferencias?
La gota se caracteriza por un dolor articular repentino e intenso, a menudo en el dedo gordo del pie Getty Images/iStockphoto

La gota hace que la articulación afectada se caliente, se inflame, se enrojezca y se vuelva sensible. Esto a menudo es descrito por los pacientes como un atizador caliente en la articulación. A diferencia de la AR, los síntomas de la gota rara vez son simétricos. La gota puede afectar una articulación diferente con cada brote. La fiebre también es mucho más probable con la gota. Otra característica de la gota es el desarrollo de tofos en las articulaciones. Los tofos son bultos pequeños y duros que son acumulaciones de ácido úrico.

Causas

Aunque ambos son tipos de artritis, las causas de la gota y la artritis reumatoide son muy diferentes.

• Gota

La gota es causada por hiperuricemia, es decir, que hay demasiado ácido úrico presente en el cuerpo.

Cuando una persona tiene hiperuricemia, los cristales de ácido úrico pueden acumularse en las articulaciones y causar dolor, hinchazón y otros síntomas de gota. El ácido úrico se produce cuando las purinas, una sustancia natural que se encuentra en algunos alimentos, se descomponen en el cuerpo.

Debido a este proceso, algunos factores pueden conducir a un aumento del ácido úrico. El ácido úrico es procesado por los riñones, y si alguien tiene problemas renales, como una enfermedad renal crónica, es posible que no esté procesando correctamente el ácido úrico.

Los factores ambientales como una dieta rica en purinas (que se encuentran en ciertos alimentos como la carne roja o el alcohol) también pueden provocar un aumento del ácido úrico y la gota.

Además, ciertos genes y medicamentos (más a menudo diuréticos) pueden afectar la forma en que una persona procesa el ácido úrico, lo que provoca gota.

• Artritis Reumatoide

La artritis reumatoide es diferente de otros tipos de artritis porque es una condición autoinmune. En condiciones autoinmunes, el sistema inmunológico del cuerpo se ataca a sí mismo. Para las personas con AR, el sistema inmunitario ataca los tejidos blandos alrededor de las articulaciones, creando inflamación, dolor, hinchazón y deformidad articular.

No se sabe con precisión por qué algunas personas desarrollan enfermedades autoinmunes como la AR y otras no. Los investigadores creen que la AR puede ser causada por una combinación de factores genéticos, hormonales sexuales y ambientales.

Tratamiento

Es esencial recibir un diagnóstico preciso de gota o AR, porque los tratamientos varían entre las dos condiciones. Es particularmente importante diagnosticar la artritis reumatoide en sus etapas iniciales para que se pueda iniciar el tratamiento para prevenir la deformidad de las articulaciones y la pérdida de función.

• Gota

El tratamiento de la gota puede diferir de una persona a otra, pero el objetivo suele ser reducir el dolor y la frecuencia de los brotes de gota.

Algunos tratamientos que el médico puede recomendar incluyen:

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Medicamentos: Estos pueden ser analgésicos de venta libre (OTC), medicamentos antiinflamatorios recetados y/o medicamentos para reducir el urato.

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Modificaciones en la dieta: cambiar la dieta para eliminar o reducir las purinas puede ayudar a reducir el ácido úrico y tratar la gota. El médico tratante podría derivarte a un dietista/nutricionista para que te ayude con este cambio. Los alimentos ricos en purinas que se deben evitar incluyen la cerveza, las carnes rojas, los extractos de levadura, las vísceras y ciertos tipos de mariscos.

• Artritis Reumatoide

La AR debe tratarse con rapidez para evitar más daños en las articulaciones o los órganos. 

Los tratamientos variarán de una persona a otra, pero pueden incluir:

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Medicamentos: estos pueden incluir medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) de venta libre y medicamentos recetados, incluidos antiinflamatorios, corticosteroides, medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD) (incluidos los modificadores de la respuesta biológica) e inhibidores de la quinasa Janus (JAK).

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Terapia ocupacional: los terapeutas ocupacionales, en particular los terapeutas manuales certificados, a menudo trabajan con personas con AR para promover la integridad de las articulaciones con ejercicios suaves, prevenir la deformidad de las articulaciones mediante la creación de férulas personalizadas y horarios de uso, y brindan educación sobre la modificación de actividades para reducir su dolor y mantener dicho artefacto involucrado en la vida diaria.

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Monitoreo continuo: es importante consultar regularmente con el médico reumatólogo para monitorear cómo están funcionando los medicamentos y tratamientos y cambiar el plan de tratamiento según sea necesario.

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Cirugía: la reparación o el reemplazo de la articulación suele ser el último recurso, pero se puede recomendar en ciertos casos.

¿Se puede confundir la artritis reumatoide con la gota?

Los médicos no suelen tener mucha dificultad para diferenciar la gota y la artritis reumatoide. Esto se debe a que los ataques de gota suelen ser evidentes con un dolor intenso en las articulaciones. Esto contrasta con la AR, donde el dolor tiende a ser más insidioso al inicio.

Además de los síntomas, la edad y el género del paciente también brindan pistas. La artritis reumatoide puede afectar a cualquier persona, pero es mucho más común en las mujeres durante sus años reproductivos. La gota tiende a ocurrir en dos grupos de edad: finales de los 20 o principios de los 30 y 70 y 80, y es más común en hombres que en mujeres.

Gota vs artritis reumatoide: ¿cuáles son las diferencias?
La AR debe tratarse con rapidez para evitar más daños en las articulaciones u otros órganos. Getty Images/iStockphoto

Los niveles altos de ácido úrico en la sangre de un paciente con síntomas de gota se consideran diagnósticos de gota. No existe un análisis de sangre específico para la artritis reumatoide. Los médicos verifican la presencia de ciertos anticuerpos como anticuerpos antinucleares, anticuerpos anti-CCP (antipéptidos cíclicos citrulinados) y factor reumatoide que pueden apuntar hacia un diagnóstico de AR. También verifican la anemia, que es común en pacientes con artritis reumatoide.

Las pruebas de imagen como las radiografías pueden ayudar a los médicos a hacer el diagnóstico de AR frente a gota. Los tofos, a veces se pueden ver en las radiografías. Sin embargo, los síntomas del paciente, el examen físico y los niveles de ácido úrico en sangre son suficientes para hacer un diagnóstico de gota.

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