El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que afecta a diferentes áreas del comportamiento y la interacción social. Uno de los aspectos más comunes en niños y niñas con autismo es su sensibilidad a los ruidos y la dificultad para adaptarse a cambios en su rutina. En este artículo, exploraremos las razones detrás de estas sensibilidades y cómo podemos comprender y apoyar a los niños y niñas con autismo en su día a día.
Hiperreactividad Sensorial:
La sensibilidad a los ruidos en niños y niñas con autismo puede deberse a una hiperreactividad sensorial. Sus sentidos pueden estar más agudizados, lo que hace que los sonidos que para otras personas son normales, les resulten intensos o abrumadores. Esto puede llevarlos a experimentar ansiedad, incomodidad o incluso dolor ante ruidos cotidianos.
Dificultades de Procesamiento Auditivo:
Los niños y niñas con autismo pueden tener dificultades en el procesamiento auditivo, lo que significa que les cuesta filtrar o distinguir diferentes sonidos. Esto puede generar una sobrecarga sensorial, haciendo que los ruidos del entorno se vuelvan confusos y desorganizados.
Necesidad de Rutina y Previsibilidad:
La sensibilidad al cambio en la rutina puede estar relacionada con la necesidad de estabilidad y predictibilidad que muchos niños con autismo buscan. Los cambios inesperados pueden generar ansiedad e incomodidad, ya que rompen con la estructura y seguridad que encuentran en su rutina.
Dificultades en la Flexibilidad Cognitiva:
El autismo puede afectar la flexibilidad cognitiva, es decir, la habilidad de adaptarse a situaciones nuevas o cambiar de una actividad a otra. Esto puede hacer que los niños y niñas con autismo se sientan incómodos o ansiosos ante los cambios en su rutina, ya que les resulta difícil adaptarse a lo desconocido.
Evitación del Estrés:
La sensibilidad a los ruidos y los cambios en la rutina puede ser una forma de evitar situaciones estresantes o abrumadoras para los niños y niñas con autismo. Al evitar ciertos estímulos o situaciones, pueden reducir su nivel de ansiedad y mantenerse en un entorno más controlado.
Cómo Apoyar a Niños y Niñas con Autismo:
Ofrecer un entorno tranquilo y libre de ruidos excesivos cuando sea posible.
Proporcionar anticipación y preparación para cambios en la rutina, utilizando calendarios visuales y horarios.
Respetar las necesidades de tiempo y espacio para que el niño o niña pueda procesar la información y adaptarse a nuevas situaciones.
Utilizar estrategias de afrontamiento, como técnicas de relajación, para ayudar al niño a enfrentar situaciones de sobreestimulación.
Consultar con profesionales especializados en autismo para obtener orientación y apoyo en el manejo de las sensibilidades sensoriales y la adaptación a cambios en la rutina.
La sensibilidad a los ruidos y los cambios en la rutina son aspectos comunes en niños y niñas con autismo debido a sus diferencias en el procesamiento sensorial y en la flexibilidad cognitiva. Comprender estas sensibilidades nos permite brindar el apoyo y las estrategias adecuadas para ayudarles a enfrentar el mundo que les rodea de manera más cómoda y segura. Con el apoyo adecuado, los niños y niñas con autismo pueden desarrollar habilidades para afrontar estos desafíos y disfrutar de una vida más equilibrada y plena.
Equipo T2S1.
