Normalmente se considera que el desarrollo del lenguaje comienza cuando aparece la primera palabra con significado propio, aproximadamente al año de edad. Sin embargo, el lenguaje no surge de la nada. Ese primer año de vida previo a la aparición de la primera palabra es vital para el futuro desarrollo del lenguaje. Y es a esta etapa lo que vamos a considerar como la Etapa Pre-Lingüística.
Los alcances del niño sin necesidades especiales en este primer año de vida transcurren sin que nos percatemos realmente de que está estableciendo las bases del lenguaje. No obstante, el niño con problemas requiere de una estimulación especial para compensar en la medida de lo posible su déficit. Por esto, la intervención temprana en la etapa prelingüística es básica y esencial para que se puedan fomentar estos pilares del lenguaje y NO esperar al año o dos años, perdiendo así un tiempo precioso que luego será más difícil de recuperar.
La Estimulación Pre-Lingüística abarca:
1. Funciones de alimentación (succión, deglución y masticación), ya que los mismos órganos utilizados en la alimentación son los que se usan al hablar.
2. Respuesta al estímulo sonoro, ya que es necesario no sólo tener integra la audición sino que este sentido vaya madurando para así poder atender a los sonidos ambientales, diferentes entonaciones de voz y posteriormente la palabra hablada.
3. Respuesta al estímulo visual, ya que para poder conocer el mundo que nos rodea se necesita un nivel de atención visual hacia personas y objetos que nos permita aprender.
4. Experiencias con el mundo circundante, ya que lo que aprendemos del mundo que nos rodea (sonidos, voces, colores, formas, acciones) será de lo que hablemos, puesto que el lenguaje es el instrumento de nuestro conocimiento.
5. Producción de sonidos, ya que estas primeras vocalizaciones y balbuceos previos a la palabra van a servir para ejercitar los mecanismos de fono-respiración, articulación y retroalimentación del sonido, es decir, la capacidad para usar adecudamente la respiración, la voz y los órganos de articulación.
6. Comunicación, ya que desde los primeros días, el bebé viene dotado de un sistema de comunicación que aunque primitivo al comienzo, es sumamente efectivo para manifestar necesidades básicas y de interacción social, que son la base y el objetivo del lenguaje que vendrá más adelante.
