Embarazo molar o mola hidatiforme

La mola hidatiforme es una masa de células anormales formadas a partir de tejido de la placenta. Estas células, que se convierten en un tumor, proceden de un óvulo fecundado, que no se desarrolla correctamente (embarazo molar). Es la forma más benigna de la enfermedad trofoblástica gestacional (ETG). Los embarazos molares son más frecuentes en mujeres de más de 40 años.

 

Este tipo de embarazos es inviable que lleguen a término ya que el óvulo, o no se desarrolla como debería, o directamente no existe. Por ello conviene interrumpirlo en cuanto se tiene conocimiento de su existencia. No obstante, no es óbice para volver a quedarse embarazada posteriormente.

 

Tipos de embarazo molar

 

Hay dos tipos de embarazo molar, dependiendo de la existencia o no de feto:

 

* Un embarazo molar parcial presenta cierto desarrollo fetal (que en la mayoría de los casos no es normal) y una placenta anómala.

 

* En un embarazo molar completo la placenta también es anormal, pero no hay ningún feto.

 

Tratamiento y pronóstico del embarazo molar

 

Es preciso eliminar totalmente la mola, generalmente mediante un legrado por aspiración. Solo si es imprescindible se realiza una histerectomía (extirpación del útero), ya que con este procedimiento quirúrgico se priva a la mujer de quedar nuevamente embarazada y en el 80% de los casos la mola hidatiforme es benigna (no cancerosa).

 

Posteriormente se realiza un seguimiento de la paciente, con análisis periódicos de sangre que miden la concentración de gonadotropina, a fin de comprobar si el nivel de la hormona ha vuelto a la normalidad, lo que debe suceder en aproximadamente 8 semanas. Esto indica que la mola ha sido erradicada con éxito. Pero, para una mayor seguridad, no es conveniente que la paciente quede embarazada antes de un año, ya que un nuevo embarazo aumentaría los niveles de gonadotropina y podría solapar la existencia de restos de la mola.

 

Si los niveles de gonadotropina aumentan o no se normalizan, es necesario realizar pruebas adicionales para comprobar si el tumor se ha extendido, invadiendo el miometrio (mola invasora o corioadenoma destruens) o se ha convertido en un coriocarcinoma (cáncer asociado al

 

embarazo). El tratamiento (cirugía, quimioterapia, radioterapia) depende de que exista o no metástasis.

 

Pronóstico de un embarazo molar

 

El pronóstico es excelente cuando la mola hidatiforme se diagnostica en un estadio temprano, y prácticamente el cien por cien de las pacientes se recupera sin complicaciones y conserva su función reproductiva.

 

Hay que tener en cuenta, sin embargo, que entre un dos y un tres por ciento de las molas hidatiformes se transforman en un coriocarcinoma, que se puede extender a otras partes del cuerpo (metástasis).

 Fuente

 

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