Ser mamá de un niño con autismo, un reto y un privilegio

Privilegio

Aunque no existen cifras concretas, la estimación de los especialistas es que uno de cada 115 niños nace con Trastorno del Espectro Autista en México, desde los más severos hasta los muy funcionales, lo que tienen en común todos ellos es la indispensable necesidad de un acompañamiento, apoyo y cariño para que logren ser adultos funcionales y felices.

Es ahí donde aparecen las verdaderas heroínas, las que enfrentan esta discapacidad social con valentía y optimismo, las que no dejan que les digan que sus hijos son problema, están enfermos, son berrinchudos o están mal, las mamás que viven el autismo como propio, porque van de un lado a otro a diferentes tipos de terapias, deportes, artes, escuelas especiales, al DIF, a SALME, al IMSS y a todos los lugares donde les proporcionen herramientas para ayudarlos a mejorar su calidad de vida.

Lo curioso es que ni siquiera sienten que merezcan un reconocimiento, consideran que es muy natural terminar agotada, desaliñada y a veces hasta desmoralizadas por las muchas veces que les han dicho que no en una escuela, que las mandan llamar los maestros para quejarse, que su propia familia les da la espalda.

“Es todo un reto a veces, a veces es muy divertido, por todas las cuestiones con las que te salen, a veces te sobrepasan, por su manera de ver el mundo, por su lógica, pero en general ha sido una experiencia muy bonita, lo más difícil es que acepte la diferentes formas de pensar, la tolerancia me cuesta mucho”, explicó Samantha.

Hay otras mamás que consideran que el estar a cargo de un niño con Trastorno del Espectro Autista es una responsabilidad que se debe tomar muy en serio, porque no serán pocas las complicaciones de lo que hagan bien o mal dependerá el futuro de ellos, como explica Noemí.

“Es una enorme responsabilidad porque tenemos el compromiso de formar seres independientes, que se valgan por sí mismos, para mí ser mamá de un chico Asperger ha sido un gran reto.”

Quienes son mamás de un niño con cualquier discapacidad entienden muy bien las complicaciones que representa el tener que estar atentas el 100 por ciento del tiempo, lo cual es aún más complejo cuando hay más hijos o incluso una profesión, pero es muy satisfactorio, explicó Erika, mamá de un jovencito con autismo.

“Todas las mamás sabemos que cada hijo es diferente, que cada uno representa diferentes retos, los niños con necesidades especiales un poco más, necesitan que uno esté más al pendiente de ellos requieren más atención, ocupan más de nuestro tiempo que a veces es complicado porque a veces tienes más hijos y tratas de dedicarle el mismo tiempo a todos y a veces no se puede, pero así como cuesta un poquito más de trabajo, las satisfacciones que nos dan nuestros hijos cuando logran algo son fabulosas.”

Todas las mamás consultadas por Quadratín Jalisco con motivo de la fecha coincidieron en que este Día de la Madre será especial y diferente, no habrá comidas, restaurantes ni muchos regalos, pero sí mucha felicidad por los logros de sus hijos, dicen, es el mejor regalo, sobre todo porque al primer diagnóstico a la mayoría les dijeron que no podrían salir adelante y con el paso de los años demostraron lo contario, explicó Lety, mamás de dos muchachos.

“Y el ahorita tiene ya un año en un empleo donde su patrón lo felicita tanto y me manda decir que, si no tengo otro igual, porque es el mejor empleado que tiene, igual lo que me decían sus maestros de secundaria y de prepa, que ojalá todos los alumnos fueran igual, ¿cómo ser madre de un hijo especial?, estoy llena de satisfacciones de tener mis hijos especiales, los dos son inteligentes.”

El mensaje que quieren compartir las mamás de niños o jovencitos con un trastorno o discapacidad al resto de las madres en este día, es que todas requieren gran compromiso, fuerza, paciencia y valentía, todos los hijos representan retos y es necesario mayor apoyo entre quienes cumplen esta labor, explicó Laura, mamá de Leo.

Lo único que piden, en este, su día, no son grandes y caros regalos, sino tranquilidad, un poco de descanso del estrés cotidiano, y sí, un pequeño detalle que les recuerde son queridas por los seres más importantes del mundo para ellas, sus hijos o hijas, así lo dijo Isabel, mamá de una niña con autismo de 12 años.

“Es muy detallista, nos saca tanto a mi mamá como a mí, nos hace algo diferente, que a veces nos hace fruta con un jugo y un detallito en la cama, un dibujo o algo.”

Fuertes, frágiles, amorosas, valientes, profesionistas, hogareñas, enojonas, preocuponas, regañonas, pero sobre todo humanas, imperfectas, pero que nunca, nunca se darán por vencidas en la búsqueda de la felicidad de sus hijos, a todas ellas, ¡Muchas felicidades!

 

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