¿Qué es y por qué el médico pide una gammagrafía?

La gammagrafía es una prueba radiológica, como son las radiografías o el TAC. Nos permite ver cualquier órgano del cuerpo y detectar posibles enfermedades.

Se utiliza sobre todo para ver los huesos, glándulas, pulmones y riñones. El método, sin embargo, difiere completamente de las radiografías tradicionales.

¿QUÉ PERMITE VER LA GAMMAGRAFÍA?

En la radiografía ves solo la forma, y en la gammagrafía también ves la función celular”, explica la doctora Elisa Caballero, secretaria actual de la Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular.

Se puede utilizar para todas las partes del cuerpo. “La gente lo identifica con cáncer y no es así en absoluto”, aclara la doctora.

Con la gammagrafía ves la función del órgano y no sólo la forma

  • Las imágenes que se ven pueden ser de un tumor, de estructuras normales o de una patología benigna.

Con la gammagrafía se estudia la estructura ósea en un alto porcentaje. Ante un dolor, analiza el metabolismo del hueso e indica si hay artritis, infección de las articulaciones u otros problemas.

  • Pero también se puede ver el riego cerebral, la función renal, la función digestiva o la cardíaca.

Para confirmar o descartar problemas de tiroides, por ejemplo, se suele recurrir a esta prueba.

UNA PRUEBA QUE ASUSTA

Un posible problema de esta prueba es el desconocimiento. Como el departamento donde se realiza se denomina Medicina Nuclear, un nombre que ya tiene connotaciones negativas, crea cierta prevención.

Tampoco ayuda que la prueba sea de radiaciones, aunque una radiografía o un escáner también utilicen radiaciones.

  • El miedo es infundado, pero en los hospitales, con los protocolos burocráticos, quizá complicamos las cosas de cara a la comprensión del paciente”, dice la doctora Caballero. El paciente tiene que firmar una autorización legal donde explica una serie de riesgos (en esta y en cualquier prueba) que no ayuda a serenar.

El desconocimiento y la firma legal de que asumes riesgos, pueden generar nervios

Además, a veces por la complejidad del proceso técnico, no se acaban de dar bien las explicaciones.

¿EN QUÉ CONSISTE LA PRUEBA?

Estas pruebas se realizan administrando primero una sustancia, los radiofármacos. Estos radiofármacos tiene la capacidad de pegarse a células específicas, ya sean células inflamadas, tumores o células de la sangre.

  • Además estos radiofamárcos están formados por una pequeña parte radiactiva (el radiomarcador). Esta radiactividad es la que aparece señalada en la pantalla.
  • La sustancia se inyectan en el cuerpo a través de una vena para que se distribuya por el órgano que te interesa.
  • El órgano absorbe en mayor o menos cantidad el radiofármaco y así sabemos qué células están activas y cuales no.

UNA PRUEBA LARGA

Puede ser una prueba larga, puesto que el compuesto se tiene que distribuir por el órgano y a veces lleva tiempo.

El médico especialista va tomando varias imágenes, para ver secuencialmente qué está pasando con ese trazador.

La gammagrafía ósea puede durar de dos a tres horas

La más conocida, que es la exploración de los huesos, puede llevar de dos o tres horas, lo que tarda el radiofármaco en instalarse en los huesos.

  • Por eso es un tipo de prueba que no se usa en urgencias, sino en estudios de ambulatorio o de pacientes ya ingresados.

IRRADIA MENOS QUE UN TAC

La realidad es que la parte radiactiva es muy pequeña. La mayoría de gammagrafías irradian menos que un TAC o escáner (que son un conjunto de radiografías para ver un órgano).

  • Hay exploraciones con radiofármacos de mayor o menor energía y de vida más o menos larga.

Siempre depende del producto que se inyecta. Y es verdad que algunos irradian como un TAC. “Pero la mayoría de las que hacemos irradian mucho menos”, explica la doctora.

 

Original. 

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