“Me han despedido por enseñarle a mi hijo con autismo el tren que conduce su padre”

Metro
A Ismael le encantan los trenes. Su padre, precisamente conductor de trenes en Metro de Sevilla desde hace casi once años, le quiso poner una sonrisa a la cara de su hijo, que tiene trastorno del espectro autista (TEA). Aprovechando su día de descanso, Jorge Torres organizó el 2 de agosto una excursión. El punto de destino era su oficina, pero lo que iba a ser un rato de diversión tuvo un desenlace inesperado: acabó con Jorge despedido de su empresa.

El caso, que está ya en los Juzgados, ha supuesto un mazazo para esta familia de Villanueva del Ariscal (Sevilla), sobre todo para un Jorge que no deja de repetir a NIUS: «Me han despedido por enseñarle a mi hijo con autismo el tren que conduce su padre». Mientras resuelve el juez, Jorge ya es extrabajador de Globalvia, la concesionaria que se encarga del funcionamiento del suburbano que recorre la capital hispalense.

De San Bernardo al Prado

El origen del despido surge cuando usa su tarjeta identificativa de la empresa, personal e intransferible, para que sus dos hijos (Valentina también se apuntó) accedieran junto a él al tren. Se subieron en la estación de San Bernardo y realizaron un corto viaje hasta la parada del Prado de San Sebastián, donde Jorge volvió a usarla para la apertura de los pasos.
La empresa se enteró de su manera de proceder, imponiéndole una sanción «muy grave» y recordándole que incurrió «de nuevo», con «actitud premeditada, desleal y abusiva», «en una actuación por la que ya había sido sancionado hace unos años«. Así consta en la carta de despido que Jorge recibió el pasado 30 de septiembre y contra la que se ha revelado.

En cuanto al precedente que le achacan, Jorge reconoce que «hace unos ocho años mi hermana tenía que ir a Sevilla y yo le dejé mi tarjeta para que fuera con mi madre». Entonces, como ahora, lo consideraron «una estafa a la empresa, aunque en ese momento presenté mis alegaciones y todo se quedó en una amonestación por escrito«.

Las palabras del director en Sevilla

Según Jorge, «está recogido en el convenio colectivo que todas las faltas muy graves prescriben a los seis meses«. Con lo que, de ser así, los hechos de antaño no deberían haberse tenido en cuenta. Además, apunta que «el director de Globalvia en Sevilla, Jorge Maroto, de manera extraoficial nos dijo a los trabajadores en varios cursos de reciclaje que usásemos nuestra tarjeta con familiares de forma moderada, sin abusar». «A día de hoy muchos compañeros lo hacen habitualmente», añade.
Mientras sus abogados luchan para demostrar que «el despido es improcedente», Jorge también se queja a NIUS de agravio comparativo, en su caso con otro trabajador de la empresa. «Ha habido otro caso similar, unos días antes, con otro compañero. Resulta que ha hecho exactamente el mismo uso en el metro con su mujer para ir a un centro médico. Pero a él sólo le han metido una amonestación por escrito y a mí me despiden». Finalmente, sostiene que «a raíz de la firma del último convenio colectivo la empresa ha empezado a cortar cabezas, el ambiente está muy enrarecido«.

 

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