Depresión por aislamiento: cómo evitarla

Depresión

Para muchas personas (quizá más para los extrovertidos y los amantes de las fiestas) estos tiempos de distanciamiento social serán bastante complicados, y la depresión podría afectarlos. Ya lo sabemos: el Coronavirus nos impide juntarnos en grandes grupos o pasar mucho tiempo en la calle, ya que podríamos contagiarnos o hacer que se propague mucho más rápido. Por lo tanto, debemos quedarnos en casa, alejados de los demás.

Esto puede provocar dos tipos de reacciones: una de molestia e irritabilidad, y otra de depresión, y muchas veces la primera lleva a la segunda.

La primera se le conoce en inglés como “Cabin fever” (fiebre de la cabaña), y se refiere al sentimiento de molestia y desesperación que surge cuando una persona o un grupo aislado comienza a desarrollar una perspectiva claustrofóbica en el espacio.

Según un estudio de la Universidad de Oxford, esa reacción no es una condición psicológica en sí misma, y los pacientes que lo han vivido lo describen como una forma en la que reaccionaron “quizá” para alternar entre el sentimiento de soledad o de aburrimiento. Es decir, es posible que las personas que quedan aisladas una gran cantidad de tiempo se suelen sentir solitarias y aburridas, por lo que el cerebro se frustra y genera una reacción un poco más violenta.

Esto puede sucederle a quienes vayan de vacaciones un largo periodo de tiempo a un lugar aislado o a personas que se vean forzadas a quedarse en un espacio sin salir.

Distancia social

© Thomas Barwick

hombre solo en la oficina

La forma de arreglarlo es saliendo a la calle, interactuándo con la naturaleza. Pero cuando no pasa eso, la ansiedad puede crecer, generando distintas reacciones, entre ellas, una depresión.

La depresión en encierro puede presentarse en las personas que estén más acostumbradas al contacto social, que en aquellas que estén más acostumbradas a estar solas, ya que eso no representa un enorme cambio en su estilo de vida.

El cambio de interacción constante a un aislamiento puede afectar casi de forma inmediata, así que te damos unos cuantos consejos para evitar sentirte tan frustrado y aprender a vivir solo.

  • Siempre planea tus días con actividades que te mantengan distraído. No sólo el trabajo.

  • Encuentra hobbies que puedas disfrutar solo (tocar un instrumento, cocinar, armar rompecabezas).

  • Encuentra horras de llamadas con tus amigos. Si los mensajes no bastan, planea llamadas o hasta juegos para que ambos tengan algo que hacer y no se sientan tan solos. Es la era del Internet.

  • Escribe o lee. El tiempo pasará más rápido.

  • Intenta meditar. Hacer Yoga te puede hacer sentir que sales del espacio en el que estás y te dará un poco de paz.

  • Sal de cama. Si te quedas recostado, no harás nada el resto del día y te sentirás peor. Por eso es esencial tener un plan e ir avanzando paso a paso.

Evita que el encierro te afecte demasiado. Recuerda que sólo es un tiempo, además con el Internet es muy sencillo sentirse conectado. Tu salud es primero así que espera a que todo se calme y pronto volverás a salir, y todo será mejor.

 

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