Cómo cultivar la resiliencia y superar las adversidades

Adversidades

En estos tiempos de pandemia la palabra de moda es resiliencia, la capacidad de la persona para superar traumas.

La emplean políticos, gurús de la autoayuda, periodistas, analistas financieros, señalando que es la clave para salir con el menor daño posible de la dramática situación que nos está tocando vivir.

Sin embargo, con tanto uso, tanto manoseo, se corre el riesgo de banalizar un concepto tan rico y volverlo hueco de significado. Para empezar, ser resiliente no se reduce a saber aguantar, sufrir sin pestañear, advierte la consultora Oralia Canepa Martínez.

“Nos han vendido la falsa idea de que si vamos por la vida con una actitud militar dura, de aguante, tendremos más oportunidades de prosperar y no es así”.

La resiliencia, dice, es la capacidad de recuperarse rápidamente de situaciones estresantes. Esto es, cuando somos personas resilientes, no importan las dificultades que afrontemos, no importan los tropiezos. Nos levantamos fortalecidos, mejor preparados para el próximo problema.

Características de personas resilientes

De acuerdo con consultora de empresas, las personas altamente resilientes muestran tres características principales que les permiten superar las adversidades:

  1. Aceptan fríamente las dificultades que afrontan, son conscientes de la realidad y se adaptan en momentos inciertos como estos que vivimos.
  2. Son capaces de dar sentido a las épocas difíciles. Tiene una motivación inagotable porque ven con esperanza el futuro, sus vidas tienen rumbo en esta nueva realidad.
  3. Poseen una sorprendente habilidad para improvisar, con lo que obtienen el máximo provecho con los recursos disponibles. Se reinventan y se mueven a la acción.

La resiliencia puede ser la respuesta a las situaciones complejas y difíciles, como la que el mundo padece en la actualidad, pero no es una capacidad innata.

Ahora más que nunca todas las personas -principalmente los líderes- deberían estar trabajando para aumentar la resistencia a las presiones externas, señala la experta, quien ofrece las siguientes pautas para desarrollar esta habilidad:

Afronta la realidad

Adopta una perspectiva serena y realista de tu situación, esto te permitirá resistir y entrenarte para superar la situación.

Busca el sentido de los problemas

Resiste el impulso de verte como víctima y quejarte. Ve el futuro de una manera esperanzadora y con objetivos que te animen. Traza todos los días las acciones para llegar a este nuevo escenario que ya visualizaste.

Que tu mente produzca ideas positivas que hagan realidad este escenario que estás viendo como un futuro esperanzador.

Busca nuevos caminos

Improvisa continuamente, pero siempre con el rumbo fijo en el objetivo a alcanzar. Sé creativo, aprovecha al máximo lo que tengas, da nuevos usos a antiguos recursos e imagina esas posibilidades que otros no ven.

Practica la compasión hacia ti mismo

En ocasiones, cuando las cosas van mal nos convertimos en nuestro peor enemigo, somos duros con nosotros mismos. La forma de salir de esto es la autocompasión, que está estrechamente asociada a la resiliencia emocional e incluye la capacidad de calmarnos, reconocer nuestros errores y aprender de ellos, así como motivarnos a tener éxito.

La autocompasión, continúa, se correlaciona con el optimismo, la satisfacción con la vida, la autonomía y la sabiduría, con la reducción de la ansiedad, la depresión, el estrés y los sentimientos de vergüenza.

La autocompasión debe incluir tres aspectos:

  1. Mindfulness. También llamado atención plena o conciencia plena, es estar completamente conscientes de lo que está ocurriendo y de lo que estamos sintiendo en situaciones difíciles para conectarnos con el aquí y el ahora.
  2. Humanidad común. Recordar que no estamos solos.
  3. Autocomplacencia. Responder con amabilidad, cálidamente a uno mismo. Se trata de aprender a tratarnos como tratamos de forma natural a otros que lo necesitan: con atención, comprensión y respeto.

La inteligencia emocional

¿Qué necesitamos hacer para manejar nuestra inteligencia emocional ante este escenario de incertidumbre y de grandes retos emocionales?

La experta aconseja seguir estos seis pasos:

I. Comprende la situación. Percibe el contexto global del Covid 19, piensa que no solamente tú estás pasando por esto, sino que muchos millones de personas en el mundo también lo están padeciendo. Observa cómo lo están enfrentando en otros países otros seres humanos, esto es empatía.

Mira entonces lo que tú tienes, las bendiciones materiales, físicas en la salud y espirituales. Viendo con empatía a mis clientes, detecto grandes oportunidades para la innovación también.

Empatía con el prójimo

¿Qué necesita ahora mi negocio como propósito y como razón de ser por el cambio que seguramente mi cliente ha tenido en su negocio?

¿Cuál es la razón de ser ahora del negocio de mi cliente? Habla con tu cliente, escúchalo y comprende su nueva realidad que también es la tuya.

Trata de sentir empatía con tus equipos de trabajo, tu familia, con el prójimo. Empatía, humanidad común.

II. Escribe los sentimientos que tienes con respecto a esta situación. Sentimientos positivos y negativos. Ponles nombre a todos ellos y escríbelos.

Los positivos, tradúcelos en oportunidades para tu vida, para tu familia y para tu empresa o tu puesto de trabajo.

Los sentimientos negativos, pregúntate: “¿para qué me siento así?, ¿me aporta algo sentirme así?, ¿por qué mejor no trabajo en la autocompasión, me digo que esto no dura para siempre y que podré salir adelante con mi talento, con la innovación y con la inteligencia que tengo?”.

III. No está mal descansar. Desconéctate, no sacrifiques el sueño en nombre de la productividad. Si descansas, te recuperas. Balancea, crea ciclos de trabajo y descanso, recargarás energía así.

Sé selectivo con la organización de tu agenda, dedícate tiempo a ti, para descansar, correr, caminar, para dedicarlo a tus amigos. Esto se llama autocompasión, recuerda.

IV. Conversa con tu equipo de trabajo cercano. De ellos vendrán las mejores ideas, las más innovadoras. Recuerda que ellos también quieren que subsista la empresa.

Si tienes la gran suerte de tener una empresa familiar, escucha a todos los parientes que trabajan en tu negocio, los lazos de sangre hacen que por el orgullo y tradición de la empresa quieran que ésta permanezca en el tiempo y se consolide.

V. Transforma todas estas ideas que vienen de tu equipo de trabajo en un plan que motive al cambio y camina hacia el nuevo rumbo aceptando la realidad con alegría, porque ves hacia adelante estas nuevas oportunidades, innovando.

VI. Refuerza tu actitud. Si eres un líder, piensa positivo y actúa en consecuencia. Los líderes riesilientes aceptan, se motivan día a día, con esperanza, fe y son conscientes de la realidad y son positivos.

Calma, serenidad

“Nunca te olvides que hay que mantener la calma aun en los momentos más estresantes”, continúa Oralia, socia fundadora de Canepa Consultores, quien propone seis ejercicios que pueden ayudar a conservar la serenidad en la crisis:

  1. Focalizarte en la realidad que estás viviendo y no sobredimensionar las cosas.
  2. Conectar con tu cuerpo, sentir lo que está sucediendo en todo momento con él.
  3. Respirar una sola vez. Hacer contacto con tu cuerpo.
  4. Presta atención a tus emociones. No las suprimas, capta información de ellas para que no se adueñen de ti (elabora una lista de tus emociones).
  5. Siéntete agradecido con lo que tienes hoy y reoriéntate hacia una perspectiva positiva de lo que vendrá mañana.
  6. Encuentra dentro de las rutinas diarias placeres que realmente goces: esos 15 minutos que te separaste de las tareas y que disfrutas estirándote, haciendo una llamada o leyendo un mensaje.

¡DISFRUTA! La vida pasa demasiado pronto como para no disfrutar lo que está sucediendo a tu alrededor, observa.

Decisiones inteligentes

Oralia también advierte que el estrés provocado por una situación como la que hoy vivimos puede distorsionar nuestra visión y obstaculizar la toma de decisiones inteligentes en el tiempo. Para ello, plantea considerar lo siguiente:

1. La pandemia durará varios meses más y debemos “querer” aceptar esta realidad. “Quiero aceptar esto” no es lo mismo que “debo aceptar esto”. Cuando queramos aceptarla, nos será menos difícil transitar en la nueva realidad.

2. Valoremos entonces las opciones que tenemos para la toma de decisiones, ordenemos éstas de la más extrema a la menos extrema, así tendremos límites y podemos detallar otras opciones intermedias. Escríbelas, es importante.

3. Identifica si alguien más tiene que ver en esta decisión, alguien influyente (no quien valide tu decisión) que sea parte de esta decisión y verifica que esta persona no se sesgue en la decisión.

4. Identifica si tienes intereses que distorsionen esta decisión, como lugares que te gustaría visitar, temas personales por cumplir o satisfactores que deseas obtener.

5. No pienses que el pasado fue mejor. En ocasiones relacionamos el pasado con las decisiones presentes que queremos tomar.

Creemos que el pasado (vinculado a emociones) se puede repetir con el mismo final feliz o que no tenemos programado. Esto nos impide también ver nuevas perspectivas. Calcula los escenarios y atrévete a tomar la decisión.

6. Haz un listado de todo lo que puede estar haciendo ruido en tu decisión, mantén un equilibrio en lo que hace ruido, porque pueden ser tanto ideas positivas como negativas. Sé real y toma la decisión calculando tu situación financiera, tu equipo de colaboradores, las necesidades de tus clientes, la realidad del mercado y la innovación que estás dispuesto a dar a los productos o servicios que ofertas.

En tu vida personal, que tu decisión te deje satisfecho con tu presente y te haga sentir orgulloso de ti mismo y de tu esfuerzo.

Ejes para el pensamiento positivo

Para cerrar, la consultora empresarial cita los cinco ejes para tener pensamientos positivos, que el Dr. Amit Sood, profesor e investigador de la vida resiliente, incluye dentro de su programa de la Clínica Mayo:

  1. Tener gratitud hacia las personas y hacia las cosas que nos suceden.
  2. Tener compasión hacia mí mismo y hacia los demás.
  3. Aceptar la realidad, queriendo aceptarla, no debiendo o teniendo que.
  4. Encontrar un sentido superior en lo que ocurre, un bien común global que supera la realidad por la que pasas. Lo que ocurre hoy es por algo mucho mayor que tiene un sentido en el tiempo.
  5. Otorgar y otorgarme el perdón. No tengo que seguir sufriendo o no quiero seguir sufriendo por no perdonar. No quiero continuar eternamente en un conflicto donde el perdón es la solución. Perdonarme a mí mismo, sin exigirme hasta el extremo a una realidad inalcanzable solamente trazada por mí.

Oportunidad de unión

Todo esto en el marco donde tu pensamiento esté focalizado en cada una de estos puntos. Cuando focalices no te distraigas y acalla las conversaciones internas, no juzgues, no te predispongas, dale tu atención al 100%, deséale el bien a esa persona y agradece la situación que pasas.

Pese a todo el daño que ha provocado, el coronavirus ha sido una razón para unir a la especie humana.

Hoy, que los países han sumado fuerzas para buscar una cura también nosotros debemos buscar la motivación para compartir como líderes de nuestras empresas, equipos de trabajo o familias nuestras experiencias.

Hablemos de cómo transformar las emociones en positivas con una visión innovadora y transformadora hacia el futuro.

“Si el mundo ya cambió, ¿tú que estás esperando?”, finaliza.

 

Original. 

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