Tuve que perderme varias veces para encontrarme

Tuve que perderme.

Las personas no siempre acertamos en nuestras elecciones, ni elegimos el camino más fácil, aquel que nos asegura la felicidad. Vivir es también equivocarse y darnos la oportunidad de orientar rumbos y reescribir elecciones.

“Tuve que perderme varias veces hasta encontrarme”. Seguro que también tú te identificas con este expresión, y puede también que estés en ese momento vital en que te hallas en una encrucijada donde ningún camino parece el adecuado.

Son instantes vitales complejos que nos hacen experimentar desde miedo hasta ansiedad. No obstante, cada vez que te veas en estas circunstancias, recuerda el ideograma que utiliza el idioma chino para representar la crisis, ahí donde queda simbolizada también “la oportunidad”.

No lamentes pues haber cogido rumbos equivocados a lo largo de tu vida. “El acto de encontrarme a mí mismo, es un largo viaje que no está exento de errores pero, al final, hallamos siempre el camino acertado”.

Disfrutamos del calor porque hemos sentido frío

Esta frase tan llamativa nos la dejó el psicólogo y escritor David Weatherford, acompañada de otras que la complementan:

“Valoramos la luz porque sabemos qué es estar en soledad” y “Debo permitir el sentirme perdido de vez en cuando, para después, tomar una buena decisión”.

Los instantes de crisis se sitúan en medio de un ciclo y se alzan como momentos donde es imprescindible reflexionar y atender todas estas dimensiones:

mujer sobre una barca

Las “revoluciones internas” que todos vivimos son instantes para la reflexión

Hay quien se queda paralizado. Hay quien, en algún momento de su vida, cuando experimenta una decepción, una traición o, simplemente, percibe que se ha equivocado, no sabe cómo reaccionar.

El sentirnos superados por emociones negativas como la pérdida, o ser consciente de una mala elección supone experimentar un ataque a nuestros propios esquemas e incluso hacia valores internos.

  • Es normal experimentar ese bloqueo. No obstante, poco a poco debemos saber reaccionar y permitirnos a nosotros mismos volver a “reconstruirnos”.
  • Una crisis es un momento idóneo para reflexionar. Yo puedo equivocarme, puedo haber cometido la mayor tontería de mi vida.

Y no pasará nada, siempre y cuando sea capaz de encontrarme de nuevo y haber adquirido un  aprendizaje.

Capacidad para entender que la vida es cambio

El día a día está compuesto por instantes de confusión, caos y momentos de decepciones. No existe un camino corto y fácil para alcanzar una felicidad permanente.

  • Las personas debemos ser “guerreros cotidianos” y saber entender que nada permanece, ni siquiera la calma que tienes ahora. Y aún más, nada en esta vida está asegurado para siempre, ni siquiera el amor.
  • Las personas debemos entender que la vida es cambio y que aferrarnos de forma exagerada a las cosas y a las personas, en ocasiones, trae un gran sufrimiento.
  • Acepta que eres libre para equivocarte, asume que, a veces, las cosas no salen como uno espera, y que la propia vida nos empuja a tener que hacer cambios constantes.

5 claves para encontrarte a ti mismo y alcanzar el equilibrio

tarro con corazón dentro

Encontrarnos a nosotros mismos es una aventura que puede durar toda la vida. No obstante, el ir paso a paso alcanzando ese equilibrio es lo mejor que podemos hacer en el día a día.

Por ello, ten en cuenta estos pasos:

Huye de las incoherencias

Las personas, a veces, llegamos a mantener muchas incoherencias que nos llenan de infelicidad. Ceder en algo en lo que no estamos de acuerdo, priorizar a personas que no nos valoran…

Piensa en en todas esas incoherencias que sueles aceptar en tu cotidianidad.

Ten confianza en ti mismo

Tener confianza en uno mismo supone aceptar equívocos pero saber que, al final, haremos lo correcto. Si dejamos nuestra confianza en bolsillos ajenos nunca seremos dueños de nuestra vida.

Escucha a tu corazón

Seguro que guardas en tu corazón más de un sueño que aún no has cumplido. Quizá porque pienses que ya es tarde, o porque es mejor atender a los demás. No lo permitas, tu corazón es el motor de tu vida y debes atenderlo.

Ten la certeza de que estás en tu camino

Las personas debemos tener cada día la sensación de “que vamos por el sendero acertado”, que aquello que hacemos y tenemos ahora es lo que nos hace felices.

Si aún no lo tienes, es importante sentir o intuir que lo estás haciendo bien… Qué estás cerca de tu propósito.

No vendas tu vida, no te involucres en una labor profesional que no te ilusiona y que te quita calidad de vida. No vendas tu existencia para ofrecérsela a alguien que no te da alegrías, que no te tiene en cuenta…

hombre con perro paseando feliz

Para concluir, no te arrepientas nunca de todas esas veces en que te has equivocado en tu camino. Las personas tardamos bastante en hallar el equilibrio interno que nos hace decir aquello de “soy feliz y no deseo nada más”.

La vida es un trayecto que transitar en calma aprendiendo de cada bache, de cada giro de dirección. ¡Y es una aventura que siempre merece la pena!

 

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