Qué «NO» decir a los padres de un niño con Autismo

Si su hijo tiene Autismo, entonces usted es blanco para amigos, familiares y hasta gente desconocida, para ofrecer consejos que muchas veces no son solicitados. Estas personas tienen buenas intenciones, pero, muchas veces, resulta una situación dolorosa para algunos padres. He compilado una lista de errores comunes. Seguidamente, refiero cinco situaciones que debemos tomar en cuenta y evitar:
1. Autismo NO significa sordera: Si usted está conversando con un amigo y de repente se da cuenta de que el hijo de su amigo está comportándose de una manera extraña, podría sentir curiosidad de preguntar «¿Qué es lo que está haciendo?, ¿Siempre hace eso?». Preguntas como estas ponen a los padres en una situación un poco difícil y podrían herir la autoestima del niño con Autismo.

Recuerde que aunque los niños «parezcan» no escuchar o entender y aunque no hagan contacto visual, ellos pueden escuchar lo que usted dijo. Un mal entendido común, es que las personas con Autismo no comprenden el mundo a su alrededor. Nada más lejos de la realidad. Las personas con Autismo tal vez no respondan o reaccionen en una forma típica, tal vez no tengan mucha comunicación verbal, pero sí entienden lo que se dice. Tengan en cuenta que muchos de ellos tienen un sistema auditivo incluso más agudo que los demás.

2. Las acciones pueden ser más elocuentes que las palabras: Usted está parado en la fila del cajero de una tienda. Hay una señora en frente de usted, tratando de mantener la compostura. Su hijo está corriendo y tumbando cosas de los estantes. «¡Que niño tan malcriado!» piensa usted. «Su madre debería disciplinarlo mejor».

No juzgue tan rápido. Es muy posible que ese niño tenga Autismo. Aunque usted se sienta tentado, por favor, no mire hacia arriba y mueva la cabeza mostrando su opinión. Esta madre. Sería mejor sonreírle porque así demuestra que la comprende. Incluso podría ofrecerse a guardar su lugar en la fila, para que ella atienda a su hijo.

3. Consejos sobre cómo disciplinar: Usted está visitando un amigo cuyo hijo tiene Autismo. El niño está construyendo una torre y accidentalmente la tumba. Horrorizado por su «torpeza», él niño se tira en el suelo y comienza a gritar y patalear, tirando los bloques. Su amiga tranquilamente trata de controlar la situación, pero usted no aprueba la forma en que lo está manejando. En estado de asombro por el comportamiento inapropiado del niño, usted ofrece un consejo bien intencionado y comparte sus propias estrategias de disciplina.

Los métodos tradicionales de disciplina con frecuencia no funcionan en los niños con Autismo. Esta madre tiene que lidiar con más de lo que usted se puede imaginar y probablemente ha tratado todas las estrategias habidas y por haber. Le mortifica ser juzgada. Una sonrisa amigable y cambiar el tema sería mucho más acertado.

4. “Pues no lo traigas”: Usted está planificando una visita al parque de diversiones. Le gustaría muchísimo ir con su amiga pero se enfrenta a un dilema. A los hijos sin autismo de su amiga les encanta el parque pero al que tiene autismo, se le dificulta ir allí. Así que se le ocurre una solución. Le dice a su amiga: «Ven con nosotros al parque. A tus hijos les encantará… Bueno, excepto por Juancito, pero tal vez podrías buscar algo que él pueda hacer ese día».

Invitar a una familia a participar, exceptuando a su hijo con autismo, es una experiencia devastadora para un padre. Si bien sus intenciones son buenas, no deja de ser devastador proponerlo. Los padres de niños con Autismo desean desesperadamente que sus hijos sean aceptados por la comunidad. Olvídese de las opiniones de los demás e invite a toda la familia. Si no se siente cómodo con esa opción, entonces deje la invitación para otra oportunidad, cuando la actividad permita incluirlos a todos

5. Recomendar terapias: Su nieto tiene Autismo. Ud. se siente destrozada porque sabe el difícil camino que su hijo deberá enfrentar de ahora en adelante. Se siente muy triste porque su nieto tiene Autismo y claro, quiere ayudar. Después de haber criado a sus propios hijos, tiene mucha experiencia. Sin embargo, se mortifica cuando su hija le habla sobre la terapia que ha elegido para manejar el comportamiento de su nieto. Usted, apelando a su experiencia, sugiere una manera diferente de hacerlo.

Ser padre de un hijo con necesidades especiales, es totalmente diferente a criar un niño con desarrollo típico. Es algo que hay que vivirlo para entenderlo. Si realmente desea ayudar, conviértase en un punto de apoyo para su hijo. Ofrezca su amor, apoye sus decisiones y acompáñelo. Será una gran ayuda para los padres que tanto necesitan su aceptación y apoyo.

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