Parálisis cerebral infantil: la causa más común de discapacidad física en la infancia

La Parálisis Cerebral Infantil (PCI) es el termino empleado para definir un grupo de síndromes no progresivos que cursan con deterioro de la postura y el movimiento, ocasionados por una alteración en el desarrollo del sistema nervioso central que puede ocurrir antes de nacer, durante el parto o en los dos primeros años de vida.
La PCI representa la causa más común de discapacidad física en la infancia. No se conoce con exactitud su incidencia y prevalencia a nivel mundial. En general, existen datos de que la prevalencia en niños de tres a 10 años es de 2.4 por cada mil niños, con variaciones en función del sexo. La parálisis cerebral afecta de forma grave a la función y la calidad de vida de los pacientes y sus cuidadores.
¿Cómo se clasifica la parálisis cerebral infantil?
En 1975, el sueco Hagberg la clasifico según la localización de la lesión cerebral como: espástica, discinética, atáxica y mixta, y se propuso a la Academia Americana de Parálisis Cerebral.
Según la afectación topográfica o parte del cuerpo afectada, la PCI puede clasificarse en: hemiparesia, paraparesia, diparesia y cuadriparesia.
Y de acuerdo a su porcentaje de capacidad funcional se clasifica como: leve, moderada, severa y grave.
Conoce los factores de riesgo que existen para tener parálisis cerebral
Existen diversos factores de riesgo que pueden generar parálisis cerebral, entre los que destacan: infecciones de la madre durante el embarazo (como rubéola o citomegalovirus), el nacimiento prematuro, ya que estos bebés tienen tejido cerebral inmaduro que es susceptible a lesionarse por una disminución en oxígeno o bajo nivel de azúcar.
También influyen: el oxígeno insuficiente o disminución en el flujo de sangre al cerebro en el útero de la madre, la enfermedad de Rh o incompatibilidad sanguínea entre madre y feto, defectos congénitos de nacimiento y alteraciones genéticas heredadas, traumatismo craneal (incluyendo el síndrome del bebé sacudido), ictericia severa o color amarillo en el recién nacido, entre otros factores.
No existe cura, pero sí mejora de la calidad de vida de los niños
La parálisis cerebral no se puede curar pero la calidad de vida puede mejorarse si reciben apoyo y atención oportuna y coordinada, la cual puede guiarse a través de una variedad de expertos.
Existen diferentes tipos de terapia que ayudan a los niños a maximizar sus actividades potenciales en diversas etapas del desarrollo, entre ellas se encuentran la terapia física, terapia ocupacional, terapia de habla y lenguaje.
Existe también un tratamiento farmacológico llamado «toxina botulínica» el cual ha sido medido de manera objetiva en muchos estudios, demostrándose muchos beneficios y mejoras en la calidad de vida del paciente y sus familiares.
¿Cuándo debemos acudir al médico?
Si una mamá observa que su bebé no puede hacer algunos movimientos en el tiempo previsto como son: gatear, darse vuelta, sentarse, no sonreír o caminar, probablemente se trate de un bebé con retraso en el desarrollo psicomotor o parálisis cerebral, para ello deberá acudir con su médico para que le realicen el examen físico, valorar la historia clínica del niño y de la madre y a través de pruebas diagnosticar la parálisis en caso existente.
Ten presente que un tratamiento oportuno de este tipo de trastorno siempre será crucial para ayudar a los niños a llevar una vida más sana, para ello, la investigación médica está trabajando en mejorar el diagnóstico, tratamiento y prevención de la parálisis cerebral.
Contacto:
Instituto de Neurología y Neurocirugía
Centro Médico Zambrano Hellion
Piso 8, consultorio 2
Teléfono:+52 (81) 8888-0675 y 8888-0676

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