Un padre amoroso escribió un emotivo homenaje a su hija con síndrome de Down en su día de la boda, alabándola por sus logros y deseándole una vida larga y feliz con su marido.
Mientras Jillian, la ruborizada novia, estaba arriba preparada para decir ‘sí, quiero’ a su amor de 10 años, su padre Paul Daugherty, de 57 años, un columnista deportivo para el Cincinnati Enquirer, le recitó una hermosa carta en la que detallaba cómo solía llorar por su temor de que ella no sería aceptada por sus compañeros
“En dos horas, tu tomarás el destino de tu vida, un paseo más memorable por lo que has logrado para llegar a este día”, escribió en la carta publicada por The Mighty. “No sé cuáles son las probabilidades de una mujer, que nació con síndrome de Down, casarse con el amor de su vida. Sólo sé que los has vencido”.
Jillian, que trabaja en el departamento de deportes de la Universidad de Kentucky del Norte se casó con su novio de toda la vida Ryan Mavriplis el 27 de junio en una ceremonia al aire libre frente a 160 invitados.
‘Estoy afuera, debajo de la ventana, mirando hacia arriba “, explicó. ‘Vivimos en momentos como estos, cuando las esperanzas y los sueños se cruzan en un punto dulce en el tiempo. Cuando todo lo que siempre hemos imaginado llega y asume una claridad perfecta. La felicidad es posible. Sé esto ahora, estando de pie debajo de esa ventana.
“Tengo todo y nada que decirte, ‘el padre continuó.
Paul, que escribió “An Uncomplicated Life”, un libro de memorias sobre la crianza de Jillian, explicó que él nunca se preocupó por su logro académico, porque sabía que él y su esposa harían que esto sucediera, pero admitió que una vez temía que tendría problemas para encontrar amigos.
Paul señaló que Jillian ha hecho todo lo que los demás le dijeron que nunca haría – incluyendo casarse.
Jillian conoció a Ryan hace casi once años en una cancha de fútbol. El padre de Ryan entrenó a una liga de fútbol para los jóvenes con discapacidad. Fue después de la práctica de fútbol que Ryan le preguntó Jillian a un baile de bienvenida.
“Hace una década, cuando un joven se acercó a la puerta con un traje y que llevaba un ramillete hecho de orquídeas dijo:” Estoy aquí para llevar a su hija de regreso a casa, señor” dijo el padre de Jillian.
