Un estudio llevado a cabo por el Instituto Universitario de Integración en la Comunidad, en colaboración con la Federación de Asociaciones de Atención a personas afectadas por Parálisis Cerebral y Discapacidades Afines de Castilla y León, y bajo la dirección de la doctora Marta Badía Corbella, ha puesto de manifiesto que el dolor crónico puede afectar negativamente a la calidad de vida de los niños y adolescentes con Parálisis Cerebral. Dicho análisis ha sido llevado a cabo en edades comprendidas entre los 8 y los 18 años.
Para llevar a cabo esta investigación se estableció un contacto inicial con los fisioterapeutas de las entidades de Aspace de Castilla y León e Islas Baleares. Para ello, los profesionales implicados en el estudio recibieron formación para la aplicación de los instrumentos.
Se ha demostrado que el dolor interfiere en la función física, la escolarización y las actividades de cuidado, el sueño y la salud mental
Con este trabajo se ha demostrado que el 41.8% de los fisioterapeutas que trataban a este grupo han percibido la presencia de dolor en las 4 últimas semanas. De la misma forma, el dolor ha tenido un impacto importante en la calidad de vida de estas personas afectadas por Parálisis Cerebral, ya que los participantes que tuvieron dolor durante las cuatro últimas semanas obtuvieron peores resultados de calidad de vida y se ha demostrado que el dolor tiene consecuencias educativas y sociales.
Todo ello lleva aparejadas unas conclusiones, y es que los profesionales de la salud, deberían hacer los esfuerzos suficientes para realizar una mayor delimitación de las causas del dolor, evaluar su frecuencia, especialmente en niños con limitaciones en la comunicación, y aplicar los métodos de tratamiento que puedan aliviar el dolor con el fin de mejorar la calidad de vida de los niños y adolescentes con parálisis cerebral.
