Chiclayo, Perú. – “Mi niño es autista, pero eso no significa que no tiene derecho a asistir a un colegio, mi hijo no se la va pasar encerrado en un rincón de mi casa, escondido del mundo; pero al parecer hay personas que no entienden su condición y solo se han limitado a ver su discapacidad y hacerlo sentir mal y eso no lo voy a permitir”.
Este es el sentir de Rosa Pinglo Sánchez, quien con lágrimas denunció que su hijo J.J.Ch.P., de siete años, habría sufrido abusos de parte de los responsables y docentes del colegio Sagrado Corazón de Jesús en Chiclayo.
Según manifiesta la madre de familia, su pequeño a pesar de haber transcurrido medio año académico, no tiene aula asignada y para deambulando por el plantel durante las horas de clase.
Asimismo dijo que el niño llora mucho al salir del colegio y cuando se acercó a la directora del plantel para reclamar por esto, se le informó que el pequeño era tratado muy bien y no había una explicación para que esté llorando.
Asimismo dijo que en reiteradas oportunidades se le ha negado el ingreso al plantel para conocer el salón donde el menor recibe las clases. A esta problemática se suma que Pinglo paga 300 soles mensuales por la educación de su hijo, cuando hay otros padres que pagan entre 180 y 250 al mes.
Pinglo interpuso su queja ante la Defensoría del Pueblo y la comisionada de esta institución llegó hasta el colegio con una representante de la Gerencia Regional de Educación para intervenir en el caso.
