El arte es comunicar en un lenguaje diferente. Y una persona con autismo tiene una forma distinta de aproximarse al mundo que nos rodea. ¿Qué pueden decirnos sus trazos sobre un lienzo?
Desde hoy, hasta el 5 de diciembre, se estará presentando en la Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero (Parque Omar), la décima exposición ‘Arte y autismo, expresión de colores’, que organiza la Fundación Soy Capaz y que agrupa alrededor de 100 obras pictóricas.
INCERSIÓN DE LA PLÁSTICA
La idea de las clases de arte y la exposición de los trabajos nace buscando alternativas para demostrar a la sociedad el talento de estos chicos, según explica la directora de la Fundación, Dabaiba Conte.
Como es sabido, los jóvenes con trastornos del espectro del autismo perciben la realidad de una manera particular. Pero con el tiempo, la fundación ha ido adoptando técnicas para enseñarles a estos jóvenes a plasmar sus ideas sobre un lienzo.
‘Las clases iniciales nos trajeron muchas sorpresas, pues chicos que no podían expresarse verbalmente producían unos cuadros con mucha fuerza en cuanto a colores y trazos’, dice Conte.
La Fundación Soy Capaz organiza estas exhibiciones a fin de año desde el 2008, en el marco de la semana de la discapacidad —cada 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad—. Y en dos años se realizaron dos exhibiciones artísticas en abril, establecido como el mes del autismo.
La X Exposición de Arte, que se inaugura hoy a las 6:00 p.m., contará con casi 100 obras confeccionadas por los jóvenes de la fundación. Las piezas están elaboradas a base de acrílico, en su mayoría, aunque también encuentran espacio técnicas como el collage y materiales como los pasteles.
‘Hay obras que toman una sola sesión, dependiendo de la destreza del estudiante o la complejidad de la misma’, detalla la directora.
ANÉCDOTAS DE PRODUCCIÓN
Detrás de cada lienzo que cuelga hoy en la Biblioteca Ernesto J. Castillero, orbita una historia.
Una de las anécdotas a las que se refiere Dabaiba Conte tiene que ver con la migración. Se trata de un estudiante cuyos padres se trasladaron de Uruguay a Panamá.
La nostalgia era evidente en Mauricio, nombre del joven, tras dejar una escuela y un puñado de parientes en el país del sur. Al principio, se negaba a asistir a las clases de pintura, aduciendo que nunca había pintado en su escuela anterior, según describe la directora.
‘Cuando empezó a pintar, solamente pintaba la bandera de Uruguay’, añade. ‘Al correr el tiempo y empezar a hacer amigos pintó la de Panamá en varios cuadros, hasta que finalmente ya sintiéndose más cómodo con su nueva vida empezó a pintar unos cuadros muy bellos. En el caso de Mauricio, la pintura fue el instrumento de sanación entre la patria y amigos que dejó atrás y su nuevo hogar’.
La Fundación Soy Capaz surge como iniciativa de Conte cuando al graduarse su hijo Dariush de la escuela secundaria, ‘luego de muchos esfuerzos, se dio cuenta con pesar que no habían alternativas más allá del sistema escolar’. Allí se origina el objetivo: promover la independencia de jóvenes con autismo, orientar y apoyar a sus familias y sensibilizar a la sociedad para su integración social.
La causa de la institución, conformada desde 2001, fue reconocida por el programa Héroes de TVN en 2012.
