La bella historia de amor entre una niña con leucemia y su enfermero

Abby.

A los cuatro años aún es posible creer en la vida y en el futuro. Sus ojos de niña buena. Sus vestidos de princesa. El amor que su familia le da cada día: tiene motivos para luchar.

La historia de Abby nos toca muy dentro, porque en realidad es como cualquier otra historia de superación. Sin embargo, estos días su nombre ha protagonizado artículos en revistas de todo el mundo, después de subir a Amazing Abby—la página de Facebook donde su familia va retratando cada etapa de la enfermedad— unas fotos muy curiosas de una boda.

 

Así es: Abby se ha casado, y no lo ha hecho de verdad, como lo hace la gente mayor, sino de mentira, y por puro juego.

«Ha sido el día más maravilloso de mi vida», dice la niña, vestida de pequeña novia y abrazando a su «nuevo marido».

Él, un joven enfermero de un centro para niños con cáncer en Albany, Estados Unidos, conoce a Abby desde que era muy pequeña, y se ha convertido en su enfermero favorito, con el que se enfrenta a la aventura que supone luchar contra una enfermedad día a día.

 

La fiesta fue breve, hubo tarta y hubo risas.

Es posible que después del revuelo muchos piensen que cosas así sirven de poco, pero Abby, que es muy lista, lo ha entendido desde el principio:

 

A veces una sola sonrisa es la más potente de las terapias

 

Original.

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