Ser madre no es tarea fácil. Se acostumbra a decir que los niños no nacen con un manual de instrucciones bajo el brazo y que sus progenitores aprenden a ser padres día a día. En la era de las redes sociales es muy sencillo caer en la comparativa con otras familias y pensar que no lo estás haciendo bien. Deja de mirar las cuentas de esas madres sacadas de revista haciendo todo tipo de actividades junto a sus pequeños para intentar ser como ellas.
Aunque no quieras verlo, no necesitas hacer malabares para ser la mejor madre del mundo porque tú ya eres la mejor para tus hijos.
Razones por las que tú eres la mejor madre del mundo
1. Los quieres incondicionalmente: Sean como sean, quieres a tus hijos como a nada más en el mundo. Tu amor por ellos no es comparable. Y lo demuestras con tu apoyo incondicional sea la que sea la situación en la que se encuentren. Siempre van a contar contigo. Y eso, aunque no te lo digan, lo valoran mucho.
2. Siempre sabes donde están las cosas: Esto es así. Ya pueden buscar y rebuscar algo en la habitación, los armarios o estanterías, que cuando trates de buscarlo tú, lo vas a encontrar a la primera. Tenéis todo controlado. Y sabéis en qué rincón está “esa camiseta blanca que necesito ponerme para salir y no encuentro”.
3. Regalas todo lo imprescindible: Sabes perfectamente qué es lo que necesitan tus hijos. Y aunque a veces no sea lo que esperen en su cumpleaños o Navidad, les regalas lo que necesitan. Cosas imprescindibles como pijamas, ropa interior o de abrigo. Porque sabes perfectamente que ellos no piensan en ello.
4. Los alimentas con amor: Tus hijos son tus hijos y quieres verlos sanos. Por eso dedicas todos tus esfuerzos a que crezcan bien, se alimenten correctamente y no tengan ningún problema. Por eso, ves como solución alimentarlos hasta la saciedad con un buen puchero. Incluso cuando se van de casa seguís dándoles de comer a base de tuppers.
5. Siempre contestas los mensajes de WhatsApp de tus hijos: No importa el día ni la hora, jamás te vas a dormir sin antes haber dado respuesta a todas sus dudas. ¿Y si es de madrugada? No importa, el instinto de madre hace que escuches el ligero timbre del teléfono y que abras un ojo para comprobar si es algo urgente.
6. Tienes remedios curativos para todos los males: Ya un sea dolor de cabeza o algo más grave, siempre tienes el remedio eficaz para aliviar el dolor de tus hijos. No eres médico, pero sabes qué es lo que les conviene. Pero a pesar de las medicinas y los remedios naturales, al final todo el mundo sabe que lo que alivia y lo cura todo es el tierno beso de una madre.
7. Protegerlos es tu mayor prioridad: Desde que te levantas hasta que te acuestas tienes a tus hijos en mente. Luchas por ellos y sufres por si algún día alguien pudiera hacerles daño. Aunque sabes que la sobreprotección no es buena, no puedes evitar hacer todo lo que está en tu mano para ayudarlos y rescatarlos de sus fantasmas.
8. Eres su mejor compañera de juegos: Tus hijos son los más divertidos del mundo. Y se lo pasan en grande mientras juegan. Su sonrisa llena tu mundo. Y te consideran su mejor compañera de juegos. Tirarse al suelo y volver a tu infancia con los juegos de tu pequeño es tu mejor pasatiempo.
9. Les apoyas en todas sus decisiones: Sabes que debes estar a su lado en los buenos y en los malos momentos. Aunque no te gusten demasiado algunas de las decisiones que tomen a lo largo de su vida, siempre podrán contar con tu apoyo y cariño incondicional. Al fin y al cabo, tú eres quien mejor les conoce y quien les puede dar mejores consejos.
10. Tus hijos son los más guapos, tanto por dentro como por fuera: Sean como sean los demás, tu hijo es el mejor y el más bonito. Aunque los demás no lo vean así, para ti él tiene la mejor sonrisa, el que tiene el corazón más grande y el más mono.
