Cómo afrontar la menopausia y reducir sus síntomas

La menopausia es el cese permanente de la menstruación. Es un paso dentro de un proceso lento y largo de envejecimiento reproductivo. La edad promedio de una mujer que está teniendo su último periodo, la menopausia, es de unos 51 años.

Esa última menstruación viene precedida por el climaterio, que es la fase de transición entre la etapa reproductiva y no reproductiva de la mujer.

Debido a los cambios hormonales experimentados, el 75% de las mujeres en torno a los 45-50 años sufre molestos síntomas durante la la premenopausia y la menopausia. Empieza en torno a los 45 años con fatiga, retención de líquidos, sudoración y sofocosSon signos físicos y emocionales que no suponen una amenaza para la salud, pero que alteran la dinámica social y laboral de las mujeres que los padecen influyendo por lo tanto en su calidad de vida.

La premenopausia suele comenzar en torno a los 45 años y los primeros signos generales que experimentan las mujeres son fatiga, retención de líquidos, sudoración, sofocos, etc., junto con cambios en el estado de ánimo, irritabilidad y problemas para conciliar el sueño. Alrededor de los 50 años, esos trastornos fisiológicos se agudizan, llegando incluso a desembocar a largo plazo en osteoporosis y aumento del riesgo cardiovascular. Es la fase de la menopausia, que implica la desaparición definitiva de la menstruación durante doce meses consecutivos y sin una enfermedad que la provoque.

Lo más importante es incorporar al día a día una serie de hábitos saludables que ayuden a reducir los síntomas más molestos. Esos buenos hábitos se resumen en este decálogo, elaborado por Laboratorios Cinfa: Fomentar la autoestima Es importante que la mujer afronte este momento con una actitud positiva, viendo que esta nueva etapa de su vida puede aprovecharla para llenarse de vitalidad y experiencia, dedicándose más tiempo a sí misma y desarrollando aficiones.

Hacer ejercicio físico moderado y regular La actividad física es importante para conseguir beneficios cardiovasculares y retrasar la aparición de trastornos, y ayuda a mantener la fuerza muscular y evitar caídas. Hábitos alimenticios saludables En esta época de la vida existe una tendencia al aumento de peso y a la aparición de hipertensión arterial, colesterol alto y otras dolencias.

Es preciso reducir el consumo de grasas y azúcares, así como aumentar el consumo de frutas, verduras y cereales y de productos que contengan calcio, como los lácteos. Además, la vitamina D es crucial para fortalecer los huesos y evitar problemas de osteoporosis.

Moderar el consumo de alcohol y café Más de dos o tres tazas de café diarias o más de dos vasos de vino al día no son recomendables. Reducir la sal en las comidas La sal incrementa la tensión, por lo que no hay que abusar de ella.

Realizar controles periódicos de tensión arterial, colesterol y glucosa Para detectar a tiempo cualquier irregularidad al respecto. Huir del tabaco El tabaco puede adelantar el comienzo de la menopausia, por lo que hay que evitar fumar y ser fumadora pasiva. Acudir a las revisiones ginecológicas Para evitar los problemas típicos de esta etapa, es imprescindible un control ginecológico periódico.

Evitar la automedicación Es muy importante consultar con el médico y el farmacéutico para fomentar el cumplimiento terapéutico y realizar un seguimiento farmacológico, evitando hormonas u otros medicamentos. Utilizar soluciones nutricionales Muchos de los trastornos que afectan a la calidad de vida de las mujeres no requerirán de una prescripción farmacológica.

El empleo de soluciones nutricionales que contengan isoflavonas de soja y/o lúpulo puede ser un recurso de gran ayuda. Para eso basta con consultar al farmacéutico.

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