Aunque no es un requisito único en sí mismo, la parálisis cerebral es un grupo de problemas que afectan el movimiento del cuerpo de una persona y la postura. La parálisis cerebral es responsable de un alto porcentaje de incapacidades permanentes en los niños. El trastorno está relacionado con lesión cerebral, dificultades con el crecimiento del cerebro o posiblemente una combinación de esas dos causas.
La parálisis cerebral puede desarrollarse antes del nacimiento o hasta cuando el niño tiene entre dos a tres años de edad. Aunque la causa exacta no siempre se puede establecer claramente, algunas posibles causas incluyen el nacimiento prematuro, la falta de una adecuada nutrición en el útero, una lesión grave en la cabeza o una infección que podría dañar el cerebro o un trastorno genético que afecto el crecimiento y de la formación del cerebro.
Los síntomas más comunes y más notables de la parálisis cerebral son aquellos que sufren las personas que tienen problemas para controlar sus movimientos físicos. En los que tienen parálisis cerebral leve, esto puede manifestarse con cojeando o con otros tipos de dificultades para caminar. Otros pueden tener poco o ningún control sobre sus brazos o piernas, haciendo que el movimiento ambulatorio casi imposible.
Las convulsiones físicas están típicamente asociadas sólo con aquellos que sufren de parálisis cerebral severa. Las formas graves de esta afección a menudo llevan a las personas a desarrollar otros trastornos debido a los daños causados a sus cerebros. Además de las convulsiones, las personas con parálisis cerebral severa también puede tener retraso mental.
Los problemas de postura son más notables en los bebés nacidos con parálisis cerebral. Algunos bebés pueden tener poco control sobre su postura y parece que no tienen huesos o parecen flexibles. Por otra parte, estos bebés pueden ser demasiado duros y rígidos. A menudo otras condiciones físicas acompañan a los niños que nacen con parálisis cerebral, como una columna vertebral de forma irregular, de cabeza pequeña o con una mandíbula pequeña.
Hasta agosto de 2009, no existe una cura para la parálisis cerebral. Sin embargo hay una variedad de tratamientos y estos pueden hacer posible que las personas que sufren de la condición lleven una vida más activa. La terapia física es muy importante, al igual que losmedicamentos, de ser necesario, un equipo especial (por ejemplo, aparatos ortopédicos o andadores) para aquellos que sufren de parálisis cerebral.
