La UACH en colaboración con alumnos y maestros de la institución promueve la equinaterapia como una manera de cambiar vidas mediante su centro de desarrollo ecuestre «Yo te Pazeo».
Ubicados a las afueras de la ciudad, un grupo de estudiantes voluntarios de la UACH colaboran día a día con el propósito de cambiar vidas y dar una esperanza a personas que padecen alguna discapacidad física o mental; todo ello mediante el uso de caballos.
La equinoterapia es un tratamiento que incluye actividades ecuestres para conseguir una mejora física, ocupacional o emocional en personas que sufren hiperactividad, ansiedad, autismo, parálisis cerebral, esquizofrenia y depresión, retraso en el desarrollo, síndrome de down, problemas de conducta y otros problemas de salud mentales. La terapia con animales ecuestres puede ayudar también a la confianza, la auto-eficacia, la comunicación, la habilidad de socializar, el control de los impulsos, y el aprendizaje de límites.
«Yo te Pazeo» es el nombre de la organización integrada por jóvenes alumnos y maestros de la UACH pertenecientes a las áreas de la salud, la activación física y el cuidado de los animales, quienes brindan terapias ecuestres con el apoyo de la Universidad Autónoma de Chihuahua desde hace más de cuatro años
El grupo de más de 40 estudiantes de la UACH, de las carreras de Motricidad Humana y Zootecnia, son quienes aportan sus conocimientos en la realización de terapias mediante el uso de caballos.
El centro cuenta con alrededor de 20 caballos, todos ellos entrenados especialmente para ayudar a personas con discapacidad física, pero también para quienes sufren de estrés o falta de autoestima, pues las personas utilizan las bondades que el caballo les brinda para cambiar sus vidas significativamente, de acuerdo al testimonio de los mismos pacientes..
Efraín Gadiel Fernández Aguilera, director del Centro de Desarrollo Integral ecuestre “Yo te pazeo”, destacó que el centro atiende diariamente alrededor de 45 personas, en su mayoría niños con autismo y trastornos psicomotrices, a quienes les practican una evaluación diagnóstica para determinar el caballo que requieren de acuerdo a sus necesidades, pacientes que según el director del centro, «dan muestras de mejoría en corto tiempo, todo gracias a los caballos».
