La presión arterial alta es lo que se conoce en términos médicos como hipertensión. Se trata de una de las patologías cardiovasculares más comunes, que se produce cuando la presión en las arterias es excesiva y somete al corazón a una mayor carga.
Desde hace algún tiempo se viene advirtiendo sobre los riesgos que implica padecer esta afección ya que, aunque suele ser silenciosa, sus consecuencias pueden ser letales.
En la actualidad muchas entidades de salud están promoviendo la adopción de un estilo de vida más saludable, ya que está comprobado que es la mejor forma de prevenir esta enfermedad o, por lo menos, mantenerla bajo control.
Uno de los hábitos que pueden tener un efecto positivo para equilibrarla es la práctica regular de actividad física.
Si bien, en la antigüedad se pensaba que al implicar esfuerzo físico podría tener repercusiones negativas en el corazón, desde el año 1989 la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Internacional de Hipertensión Arterial aceptaron este hábito como una medida no farmacológica para reducir los valores de presión arterial.
¿Cuáles son los beneficios de una rutina de ejercicios?
Sin pretender que una persona con este tipo de afección cardiovascular adopte un plan de ejercicios exhaustivos, es bueno destacar algunas ventajas importantes de esta práctica para mejorar tal condición y la salud en general.
Uno de los más notorios e importantes es la capacidad que tiene para ayudar a quemar grasa, en especial con todo lo que tiene que ver con actividad aeróbica. Gracias a este beneficio se reducen los niveles de colesterol y se garantiza el estado óptimo de las arterias, el sistema circulatorio y el corazón.
Al mejorar el flujo sanguíneo, hay mayor oxigenación de los tejidos y, a su vez, incrementa la capacidad para eliminar los líquidos que allí se retienen.
En general su práctica regular representa una menor incidencia de accidentes cerebrovasculares, infartos de miocardio y otras patologías que pueden afectar la calidad de vida o incluso llevar a la muerte.
Por supuesto, no está de más mencionar que su realización constante tiene un efecto positivo en la reducción del estrés y la ansiedad, emociones que influyen en las lecturas de presión arterial por encima de lo debido.
Ejercicios recomendados
Los siguientes ejercicios tienen un efecto positivo en los pacientes con hipertensión arterial, ya que puede ayudar a controlarla de forma natural.
Sin embargo, siempre es bueno hacer una consulta médica previa porque en casos especiales se requiere de una rutina personalizada.
En cualquier caso, para mayor efectividad este plan de estar compuesto por tres prácticas básicas:
- Actividad aeróbica.
- Trabajo muscular.
- Técnicas de relación.
Ejercicio en bicicleta
Este ejercicio físico está aconsejado como entrenamiento de resistencia.Fortalece el sistema cardiovascular, activa el metabolismo y también mejora la respuesta inmunológica del cuerpo.
Adicional a esto, es una gran opción para tonificar y fortalecer los músculos de las piernas y espalda sin sobrecargar las articulaciones.
¿Cómo realizarlo?
- Para empezar se puede hacer de 20 a 30 minutos. Si es bicicleta estática o clásica es decisión propia del paciente.
- Por lo general se recomienda 3 veces por semana, pero si se pueden más días, mucho mejor.
Bailar
El baile es uno de los ejercicios cardiovasculares más divertidos y eficaces que se pueden realizar. Al implicar un movimiento constante de todo el cuerpo, contribuye amejorar la circulación y aumenta el ritmo del metabolismo para quemar grasas.
Su práctica regular puede resultar muy efectiva, ya que disminuye los niveles de colesterol, controla la presión arterial y también combate el estrés.
¿Cómo realizarlo?
- Una forma interesante de convertirlo en rutina es mediante la práctica de zumba. Este tipo de terapia suele durar de 30 minutos a 1 hora.
Estiramiento de las piernas
El movimiento constante de las piernas ayuda a mejorar la circulación en esta zona difícil y evita que el corazón se sobrecargue.
Por su capacidad para relajar los músculos, este ejercicio de estiramiento puede eliminar los nudos de tensión que pueden estar dificultando el paso de la sangre.
¿Cómo realizarlo?
- El cuerpo debe estar erguido, con las piernas juntas y los brazos estirados hacia el frente.
- Ahora, se dobla el tronco hacia adelante en un intento de tocar las puntas de los pies con los dedos de las manos y se mantiene esta posición unos segundos.
Relajación
Terminada esta sencilla rutina es bueno hacer algunos ejercicios de respiración con los ojos cerrados, estirando las extremidades del cuerpo y centrándose en la relación y meditación.
