La escasa atención que se ofrece en Venezuela al autismo y su progresivo aumento en los últimos años, motivó a la dirigencia política y sociedad civil a realizar una gran cruzada nacional para llamar la atención sobre este grave trastorno.
“En el país no hay estadísticas oficiales de las personas que sufren esta condición, sin embargo, se estima que por cada 150 nacimientos, se registre un caso de autismo”, precisó el psiquiatra Jaime Ríos, presidente de la Asociación Civil para la Atención de Niños Autistas (cana).
Ríos informó a Notimex que con el objeto de crear conciencia sobre este grave problema el diputado opositor, Julio Montoya, adelanta una cruzada nacional para la aprobación de una legislación que garantice sus derechos a las personas que sufren este trastorno.
Aclaró que el autismo no es un trastorno psicológico, sino un trastorno del desarrollo que compromete áreas importantes para evolucionar como personas y ser funcionales, en el área del lenguaje, la conducta y la conducta social.
Detalló que el autismo varía grandemente en severidad, y que los casos más difíciles se caracterizan por una completa ausencia del habla de por vida, y comportamientos extremadamente repetitivos, inusuales, auto dañinos y agresivos”.
Montoya, dirigente del partido Primero Justicia (PJ) y diputado a la Asamblea Nacional (Congreso unicameral), afirmó por su parte que en Venezuela se está atendiendo indebidamente esta problemática y los casos de autismo continúan en ascenso.
“En virtud de ello he tomado en mis manos la responsabilidad de someter a consulta un proyecto de Ley sobre el Autismo en Venezuela que ya he hemos discutido en varios estados del país, con el objeto de mejorarlo y enriquecerlo”, indicó el legislador.
“Venezuela requiere muchas cosas, eso nadie lo pone en duda, pero en el caso de la atención a los niños con autismo, y también a los que ya han cumplido los 18 años, se necesitan instituciones dotadas de los recursos necesarios para tratar debidamente esta condición”.
Resaltó que en el país hay algunos centros privados que atienden el autismo, pero que pocas personas tienen acceso a ellos, ya que su tratamiento requiere de maestros especializados, terapistas, medicamentos y la adquisición de complejos vitamínicos.
“Aunque este trastorno está creciendo en cuanto a cifras, no lo está haciendo en cuanto a la concientización de la colectividad, y mientras existe apoyo de muchas instituciones a males como el cáncer, entre otros, es poco el apoyo institucional que se da al autismo”, cuestionó.
