Quiénes son los “No oyentes”

Quiénes son los “No oyentes”

Todavía hoy reina mucha confusión en torno al concepto de la sordera. ¿Quiénes son los sordos? ¿Cuántos son? Disponer de datos precisos y oficiales es una tarea casi imposible, visto que sólo un médico puede determinar el grado de sordera de una persona.

La sordera es una reducción más o menos grave de las facultades auditivas. Hay diversos factores a tener en cuenta, todos estrechamente ligados entre si: la edad en que el individuo sufre la sordera, los decibelios perdidos y el método lingüístico reeducativo adoptado.

Es de suma importancia entender si la persona ha perdido el oído antes (de 0 a 1 año), durante (de 1 a 12 años) o después del aprendizaje lingüístico (más allá de los 12 años), distinguiendo por tanto una sordera pre, peri y post-lingüística.

Desde un punto de vista clínico, la taxonomía se basa en los decibelios perdidos: sordera leve (entre 20 y 40 dB), media (entre 40 y 70 dB) y grave (entre 70 y 90 dB). Generalmente se consideran “sordos” a todos aquellos que han perdido al menos 70 dB de capacidad auditiva antes de los 12 años.

Si en los primeros dos casos los problemas son de leve entidad y gracias al auxilio de prótesis y de una buena logopedia se pueden obtener óptimos resultados, en los últimos la percepción auditiva es nula y se debe recurrir a una logopedia larga y compleja. Erróneamente se tiende a considerar sordos solamente a estos últimos.

 

El método lingüístico de educación resulta de extrema importancia. Podemos distinguir principalmente dos:

› Oralista: caracterizado por el rechazo de cualquier forma gestual de comunicación, se trata de aprovechar al máximo los “residuos auditivos” concentrándose especialmente en la lectura labial, favorecida por la extrema simplicidad fonética del español.

› De signos: se basa principalmente en el aprendizaje de la Lengua de Signos Española (LSE)
Además existe también el método “bilingüe”, que no ve incompatibilidad alguna entre los dos y apunta al aprendizaje de ambos, aunque el método oralista esté mucho más asentado.

Esta distinción es también importante desde un punto de vista sociocultural para la identificación de los sordos en las respectivas comunidades de pertenencia (oyente/no oyente). Contrariamente a cuanto se pueda pensar, de hecho los “oralistas” pertenecen a la comunidad de los oyentes, conocen el español escrito (siendo esta su lengua materna) y aprenden la LSE eventualmente como una lengua extranjera. Los “de signos”, sin embargo, se identifican en la comunidad como “no oyentes” y tienen la LSE como lengua materna y aprenden el español como primera lengua extranjera. En cualquier caso,  los sordos, generalmente y por diversos motivos, no alcanzan un nivel formativo demasiado alto.

 

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