En esta ocasión en T2S1 vamos a orientarlos para que podamos lograr lo que se llama comúnmente en los talleres de negociación en los diplomados de Desarrollo Gerencial la parte de “Ganar-Ganar”, que es esto, es un método sencillo que debemos tener siempre en cuenta para poder lograr un equilibrio entre ambas partes, porque por una parte están los padres y tutores y por otra parte está el niño o adolescente que está en un proceso de aprendizaje en donde va adquiriendo sus propios gustos, sus propias necesidades y sus propias decisiones, una regla básica es no caer nunca en el famoso dicho “porque lo digo YO”, ya que si queremos formar personas autosuficientes, independientes que decidan por si mismos lo que es mejor para ellos, tenemos que empezar en casa incluyendo todas las actividades cotidianas, para esto tenemos nosotros también que ceder y aprender de la mano con nuestro ser querido a formarlo correctamente, no hay que olvidar que estamos en un proceso de aprendizaje continuo, alguna vez escuche que alguien decía que fácil sería si los niños cuando nacen vinieran con un manual de cómo educarlo, jajaja, es una locura dirán algunos, pero no lo crean, tal vez no vengan con un manual de educación, pero actualmente ya no hay pretexto, los papas, profesores y tutores tienen mucha información en medios electrónicos, medios impresos y medios de comunicación que lo único que tienen que hacer es llevar a la práctica las correctas practicas y reforzar los valores, ya vieron pues sí, es como un manual, hagámoslo con constancia y dedicación y verán que todos saldremos beneficiados.
Cuando el niño está haciendo berrinches o dramas por algo que no quiere realizar deben saber que se trata de algo emocional, y que este comportamiento y esta actitud negativa si se lo permitimos es clave en la formación de la personalidad de todos los niños.
Hay que intentar no perder la paciencia y razonar con el niño. Preguntarle por qué no quiere hacer lo que se le está pidiendo.
Escuchar al niño y hacerle partícipe de situaciones comunes, Por ejemplo, en vez de decirle durante el fin de semana van a ir a algún sitio, pregúntele, qué el gustaría hacer, así le está dando la oportunidad de decidir qué hacer.
No hay que anular la negación, pero es importante que comprenda que cuando se niega a algo esto pueden crear repercusiones en los demás y en sí mismo. Por ejemplo, ante la negatividad a ducharse, el niño se debe dar cuenta de que la suciedad va a traerle problemas, los demás niños se burlarán de él, será castigado si no lo hace.
Referencia: LUIS HAZEL N. – COMO MANEJAR LOS PROBLEMAS DE UN HIJO DIFICIL – Editorial Época
