Durante el tiempo que nuestros hijos con una discapacidad intelectual son pequeños nuestra sociedad los hace presente y están dispuestos a ayudar.
¿Pero qué pasa cuando nuestros hijos crecen y siguen siendo pequeños pero en un cuerpo de adulto?
La situación se nos complica pues los años también pasan para nosotros y nos enfrentamos a la realidad que tanto a nuestros hijos jóvenes aun, se les ha jubilado de la vida, por falta de espacios e información en le campo sexual, creyendo así protegerlos de los peligros que la sociedad presenta.
Por lo anterior y mucho mas debemos otorgarles información correcta precisa sobre la vida sexual que como derecho tienen de ejercer, y que como padres debemos darles todas las armas para que la ejerzan por propia convicción para evitar que sean víctimas de abusos, y con los medios de protección sanitarios.
Recordemos que son personas sexuadas, con cuerpos de adultos, pero con mentalidad de pequeños por lo mismo la información debe ser más precisa, concisa, temprana y constante.
Recordemos somos seres sexuados desde el nacimiento hasta la muerte, concienticémonos de ello. Trabajando multidisciplinariamente a favor de la rehabilitación integral del paciente.
