Mediante un dispositivo, los ciegos podrán leer

Ciegos leyendo

Leer los textos de las boletas, el menú de un restaurante y conocer la denominación de los billetes es una tarea casi imposible para una persona no vidente hoy en día. Con esa inquietud, un grupo de ingenieros y diseñadores egresados de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) decidió crear un dispositivo que puede leer todo tipo de textos y transformarlos en voz para aquellas personas con discapacidad visual.

Se trata de un aparato un poco más grande que un celular que no requiere conexión a Internet, que podría producirse de forma masiva en el país y venderse a un precio accesible. Por ese proyecto los creadores del dispositivo llamado Procer ganaron un premio nacional fomentado por la plataforma de financiamiento colectivo Idea.me.

Según relata el ingeniero en computación, Manuel Díaz Ferreiro,  “no existe nada igual” en el mercado mundial. “El Procer lee textos que otros aparatos no. Existen dispositivos que transforman texto en voz, pero no pueden seleccionar el dato útil de una factura de servicios, ni hacer resúmenes, ni tampoco leer un billete”, asegura.

La idea

El proyecto surgió cuando un grupo de amigos decidió utilizar los conocimientos que les dio la universidad pública para transformar la realidad de aquellos que lo necesitan. “Teníamos la idea de ayudar con algo y pensamos en las personas ciegas como primer instancia”, dice Díaz Ferreiro.

Ni bien comenzaron con el boceto, se les ocurrió hacer partícipe a los posibles destinatarios del dispositivo consultándolo sobre cómo sería el aparato ideal y cuáles eran sus necesidades a resolver.

En ese relevamiento se pudo saber que las personas con problemas visuales necesitaban tener mayor autonomía para leer billetes y otros papeles como boletas. Uno de los pedidos más recurrentes era la necesidad de que el aparato funcionase sin conexión a Internet. Lo cual superaría a otras opciones del mercado.

Cómo funciona

Para comenzar a “traducir” la imagen a voz el aparato cuenta con una cámara que hace foco sobre la información relevante y toma una fotografía. Esa imagen capturada es procesada mediante una técnica de reconocimiento óptico de caracteres. La clave está en que el Procer puede seleccionar la información relevante de una factura, hacer resúmenes de apuntes. También cuenta con diferentes velocidades de lectura y de reproducción algo que podría ayudar a los disléxicos.

Según los cálculos del equipo de trabajo conformado por Manuel Díaz Ferreiro, Julián Guerrero, Mariano Lezcano, José Ribodino y Gabriel Terradillos, el dispositivo podrá crearse masivamente al punto tal de llegar venderse a un valor equivalente a los 50 dólares (unos 700 pesos) algo muy inferior a lo que sale en el mercado mundial un aparato parecido. “Algo similar se está vendiendo por 500 dólares”, dice Díaz Ferreiro.

La autonomía, ante todo

Belén Varela es no vidente, está estudiando y tiene un programa de radio en el que tratan temas relacionados con la discapacidad. Fue una de las tantas personas consultadas sobre lo que debería tener un dispositivo de estos para ser ciento por ciento aprovechable.

Ella es muy clara en rescatar las amplias posibilidades que generaría contar con un aparato de esas características. “A mí me encanta leer y tengo que esperar que los libros vengan en braille o que estén digitalizados para que me los lea la compu”, asegura y además explica que no todos los ciegos tienen un buen manejo de la tecnología como para hacer uso de los nuevos “software” que andan circulando.

Por su parte, el profesor de educación especial para ciegos  de la Fundación Gaude, Agustín Bolatti, considera que este tipo de tecnologías es de gran ayuda para simplificar las tareas diarias de un discapacitado porque “ya no hace falta tener que escanear o pasar textos de papel a formatos legibles por la computadora, sino que este aparato lo haría todo en escasos segundos”.

Además con esta nueva tecnología podrían “leer facturas o hacer resúmenes de apuntes, algo que hasta ahora no lo hace ningún aparato”, explica al tiempo que asegura que sería importante que al Procer se le puedan cargar datos de etiquetas de productos para hacer las compras en el súper y así distinguirlos.

Financiamiento

Para comenzar a producir masivamente el dispositivo, el grupo requiere de financiación. Hasta el momento el desarrollo del prototipo se pudo lograr gracias a un apoyo de la UNC, pero dicha subvención finaliza en agosto.

Parte del dinero lo consiguieron gracias a obtener el primer premio del concurso “Abrí tu mundo”  patrocinado por el sitio de financiamiento colectivo Idea.me. Además, en dicha web existe una campaña del proyecto Procer que se vence el 15 de junio para juntar 100.000 pesos que podrían servir para solventar los gastos de los primeros dispositivos.

“La idea es lograr producir una cantidad inicial y así abaratar los costos para poder venderlos masivamente. Estamos seguros de que muchas instituciones que trabajan con esta problemática los van a querer”, dice Díaz Ferreiro.

 

Original.

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