La inspiradora historia de Carmen, una joven gallega con síndrome de Down que triunfa con su propio negocio

Niña

Carmen Álvarez Rodríguez es una joven gallega con síndrome de Down a quien nadie logra frenar cuando se propone algo. Es despierta, sonriente y tiene un excelente gusto, así ha sido capaz de abrirse camino como emprendedora al crear, gracias al apoyo de su familia, su propia marca de bisutería: ‘Carmelamola’. Aunque su proyecto tiene apenas dos meses de vida, ya tiene pedidos de toda España, incluso de otros países como Suiza, cuenta en declaraciones a Efe. «Carmelamola es un proyecto de pulseras y colgantes. Me encanta y le dedico los sábados y los domingos», explica la joven.

 

Carmelamola

 

Carmen en su lugar de trabajo (EFE/Cabalar).

Con mucha habilidad y esmero, Carmen crea sus joyas gracias a la ayuda de una lupa, que necesita porque tiene miopía y cataratas, aunque sin duda es el incodicional apoyo de sus padres y su hermana lo que le hace seguir adelante con su negocio. Su madre Ana, que trabaja en la Televisión de Galicia, viste desde hace tiempo con sus collares y pulseras. «Mucha gente me los veía y me preguntaba por ellos, les decía que los hacía mi hija y los querían comprar. De ahí surgió la idea«. Y así fue como se pusieron manos a la obra para encumbrar el talento de la joven.

Su madre es la encargada de hacer los diseños, aunque Carmen es cada vez más autónoma y desarrolla sus habilidades con maña mientras «reconoce colores y organiza piezas», en un trabajo «supercompleto» para una adolescente que, de momento, necesita ayuda para algunos remates. Su hermana Sara, que tiene tan solo 14 años, fue quien prepararó la página web donde se pueden ver y adquirir los productos, y para el símbolo de la marca, tres letras X rojas, se inspiraron en el cromosoma extra que tienen las personas con síndrome de Down.

El padre de Carmen, Manuel, que es presidente de Down Coruña y miembro de la junta directiva de Down España, ayuda a su hija con el tema de las redes sociales y explica que las personas que nacen con la misma condición que ella «no tienen la misma psicomotricidad que el resto y necesitan desarrollarla», para lo que hay «mil técnicas» que ayudan a tareas que pueden parecer tan básicas para abotonarse. Y con esas técnicas lograron motivar a Carmen. Para trabajar su psicomotricidad, como «desde pequeña siempre fue superpresumida, Ana –su madre– tuvo la buena idea de proponerle hacer lo que más le gusta. Con eso conseguimos que preste atención a la tarea durante más tiempo», cuenta Manuel. Tanto ha logrado centrarse en su pasión que la joven fue invitada al salón de moda Ecomfashion hace pocas semanas y triunfó gracias a sus joyas. «Al público le gustaron los modelos que estaban expuestos sin saber que los hacía ella. Si la gente los compra, es porque gustan. Lo que hace mola, y mola más por todo lo que tiene detrás«, reconoce su padre.

 

Carmelamola

 

En agosto Carmen cumplirá 17 años y llegará el fin de su etapa escolar. «Lo habitual es pensar en una formación prelaboral, buscarle un empleo y formarla para eso. En este caso, pensamos que por qué no puede ser ella emprendedora«, continúa Manuel. «Parece que emprendimiento y diversidad son difíciles de utilizar en la misma frase. ¿Te imaginas que esto funcione y que su empresa pueda contratar a personas como ella o diferentes a ella?», reflexiona.

Según cuenta, la madre de una joven invidente ya se ha puesto en contacto con ellos para que su hija pueda colaborar en el proyecto de Carmen. «Esto no deja de ser una aventura. ¿A dónde nos lleva? No lo sabemos, pero no nos preocupa. Verla feliz, ver el subidón que tiene de autoestima, no hay dinero que lo pague», concluye su padre. Como dice la biografía de su Instagram: «Lo que empezó como una ‘obligación’… hoy es un sueño hecho realidad». Toda una historia de superación que inspira a muchos a seguir adelante con sus sueños sin dejar que ningún obstáculo les frene.

 

 

Original.

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