La comunicación familiar

 

La palabra es un poderoso soberano, que con un pequeñísimo y muy invisible cuerpo realiza empresas absolutamente divinas. En efecto, puede eliminar el temor, suprimir la tristeza, infundir alegría, aumentar la compasión.

Gorgias, en Elogio de Helena.

 

“Las especies vivas nos comunicamos de muy diferentes formas. Es la especie humana la que ha elaborado el más complejo e interesante sistema de intercambio de mensajes que existe.
Nada es tan poderoso como el lenguaje, y su expresión más señera, la palabra, esa herramienta que usamos a diario para comunicarnos, puede ser tan útil o perjudicial como se le aplique.
Sin embargo, la palabra es solamente un modo más de los muchos que la humanidad tiene para expresarse.
La palabra llegó a la humanidad cuando el pensamiento, necesitó de formas más complejas y perfectas de transmisión y de manifestación entre las personas. El gesto, que siguió a la elaboración manual de objetos, quedó corto como elemento comunicativo y la evolución hizo que el cuerpo humano en toda su extensión se dispusiera a ejercer como medio comunicativo. La palabra es pues, un gesto más que se hizo sonido.
Por eso se complementa la palabra hablada como la no pronunciada, la que se emite por gestos, por signos, con trazos en la pared o en papel, por medio de dibujos o emitiendo silbidos a través de la montañas.
La palabra se hace tacto para los ciegos, banderas para los marinos y sonidos en el campo. La palabra cobra múltiples representaciones y formas, según en qué lugar, época o estilo se encuentre”

Tomamos estos primeros parrafos del libro “El poder de la palabra” ya que hay que tener presente, que una correcta comunicación familiar puede hacer la diferencia, puede facilitarnos la vida y hay que aprovecharla para determinar los roles y responsabilidades que jugaremos como familia, que nos corresponde hacer a cada uno de nosotros para apoyarnos y salir adelante, la responsabilidad de mantener unida a la familia es de cada uno, por eso cuando algo no este funcionando correctamente utilicemos nuestros medios de comunicación por el bien de nuestro ser querido, si bien se dice que “hablando se entiende la gente”, hay que ser claros y participar en las actividades del hogar, como un todo, todos somos uno, y entre todos unidos y bien comunicados podremos vencer cualquier tipo de obstaculo.

Referencia: El poder de la comunicación
2005, en el libro «El poder de la palabra», Páginas 23-26. Granada. Arial Ediciones.
© Enrique Martínez-Salanova Sánchez

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