El Colegio Diferencial Paul Harris impulsa un sistema para la inserción laboral de sus alumnos, principalmente con Síndrome de Down o algún nivel de discapacidad intelectual, que consiste en realizar prácticas laborales en distintas empresas con el fin de desarrollar sus competencias para el trabajo.
Viviana Romero, directora del establecimiento municipal, explicó que «nuestra visión para ayudar a la inserción laboral es distinta a otros colegios especiales. En otros lugares, enseñan oficios como gastronomía, carpintería o moda».
«Acá no los formamos en un oficio, sino que desarrollamos habilidades blandas para que puedan incorporarse a distintos trabajos«, destacó.
Entre las competencias de empleabilidad que desarrollan en estas prácticas laborales están puntualidad, presentación personal, responsabilidad, labor en equipo, asertividad, tolerancia a ser corregidos, capacidad de resolución de problemas, y normas de conducta en el trabajo como saludar y despedirse con un trato profesional.
Por ejemplo, en la compañía GrupoExpro, donde desde 2012 han realizado sus prácticas laborales 15 alumnos de este colegio, los estudiantes trabajan en el departamento de archivos del área de Recursos Humanos.
«Es un trabajo con mayor exigencia, pues es administrativo e involucra habilidades como saber leer, escribir, categorizar», indicó la terapeuta ocupacional del programa de prácticas del colegio, Alejandra Lillo.
Mientras que la directora del establecimiento municipal recalcó que «el desafío es que las empresas den oportunidades y que los padres apoyen la inserción laboral, dándoles independencia para trasladarse a un lugar de trabajo, porque muchas veces temen por su seguridad o el trato que puedan recibir. De a poco la mirada a la discapacidad está cambiando».
