Aquí en Todos Somos Uno, tocaremos un tema que en verdad me preocupa y que mientras más lo analizo llego a la conclusión de que aun estamos en pañales como sociedad y como país.
He hablado en artículos anteriores sobre cómo me alegra la apertura que está teniendo la sociedad en pro-de las personas con discapacidad, pero todavía nos falta mucho que hacer en la parte de los diseños arquitectónicos y el contar con instalaciones adecuadas, para la vida diaria.
Estos tiempos nos exigen preparación académica para lograr nuestros objetivos, pero que institución académica a pensado en contar con optimas condiciones arquitectónicas que sean adecuadas para todo tipo de alumnos, por ahora no podemos decir que “la educación está al alcance de todos”, no hablamos de educación gratuita o educacion especial, hablamos del derecho de asistir a una escuela o universidad con libre acceso y medios óptimos para personas ciegas, sordas o con una discapacidad física.
Es muy importante contar con espacios arquitectónicamente adecuados, los especialistas en la construcción como son: arquitectos, ingenieros civiles, diseñadores de interiores, etc, deben tomar cursos de sensibilización hacia la discapacidad para que sus diseños sean aptos para todo mundo. Hablamos no solo de los espacios públicos, sino también de las casas habitación, las estaciones de transporte, espacios de entretenimiento, etc., que se adapten a la vida de las personas que cuentan con algún tipo de discapacidad, ya sea adquirida o congénita y no que ellos se adapten a las instalaciones.
La sensibilización no solo es hacer una rampa de acceso y saber que declive es el correcto, pará la persona que tiene que utilizar una silla de ruedas, pues creo que todos hemos vivido el miedo que nos da utilizar esas rampas, con un declive, increíble y si llueve peor!, se convierten en un deporte extremo, sin tomar en cuenta entre la fortaleza física que debes tener para ascender o descender, y la descarga de adrenalina que esto te provoca, ahora imaginemos el miedo que siente la persona que presenta la discapacidad y que tiene que hacer uso de estas rampas, ya sea que la utilice sola o con la ayuda de otra persona , pues muchas veces el hacerlo solo es imposible, la sensibilidad a la que nos referíamos al inicio es que el diseño debería estar adaptado para todo tipo de personas, y nos referimos a todas las instalaciones, elevadores, baños, puertas, accesos, descensos, no solamente a las rampas.
Trabajemos todos unidos para ser una sociedad más empática, inteligente y aprendamos a pensar en las necesidades de los demás, por bien de nuestro entorno.
Progresemos como sociedad siendo un pueblo, respetuoso de ideas religiosas, ideas políticas, preferencia sexuales, razas, limitaciones físicas e intelectuales y busquemos integrarnos como un todo, adaptémonos a nuestro entorno, cuando lo logremos podremos dejar atrás la idea de que: “discapacidad es igual a dependencia eterna”.
