En México existen alrededor de 400 mil personas ciegas por cataratas, que es la primera causa de ceguera a nivel mundial, pero que puede ser reversible con una operación y la colocación de un lente intraocular. Las deficiencias visuales representan un problema complejo de atender si se toma en cuenta que involucra a dos millones 600 mil personas actualmente, a los que se sumarán aquellos miles de casos nuevos que cada año se detectan.
Al participar en el Congreso de Innovaciones Oftalmológicas, organizado por Alcon México y la Asociación Panamericana de Oftalmología, Ignacio Castañón, director general de Alcon México, refirió que los problemas visuales son un asunto muy grande a nivel mundial.
Señaló que se debe tomar en cuenta que personas con errores refractivos en la visión, a nivel mundial, suman 153 millones de individuos, 350 millones de personas con ojo seco, además de 20 millones de personas ciegas por catarata y 1.7 mil millones de personas con presbicia, es decir vista cansada.
Ante este panorama, dijo como ejemplo, su empresa, que se dedica cien por ciento a estos temas, tiene ventas aproximadas a los 7 millones de dólares al año, de los cuales se destina el 8.2 por ciento a innovación en investigación en el área quirúrgica. Se trata de un mercado de salud bastante amplio en el que, de manera continua, los cirujanos demandan equipos cada vez mejores, con mayor precisión, menos invasivos y que permitan al médico especialista facilidad de operación y al paciente una rápida incorporación a su vida social, laboral y familiar.
En el área quirúrgica, refirió Castañón, se cuenta con un nuevo dispositivo en el que el lente intraocular ya está precargado; con un mecanismo especial para “empujarlo” de manera automática a través de una bomba de gas, es decir, prácticamente es inyectado dentro del ojo y, una vez colocado en su lugar, se desdobla y es acomodado, evitando así el riesgo de que el lente pudiera caer, que tenga contacto con la piel o las pestañas, contaminándose.
LA LABOR EN MÉXICO. Ignacio Castañón resaltó la importante labor de educación a los médicos, quienes deben estar en constante capacitación y que deben atender a la gente que vive en comunidades apartadas, como ocurrió recientemente en el poblado de Tlapa, Guerrero. Alcon, en colaboración con la Fundación Más, propician este tipo de intervenciones en diferentes localidades del país, precisamente en donde se reconoce la necesidad de llevar soluciones a las personas de escasos recursos. Asimismo, resaltó que la educación, la orientación a las personas es muy importante “poder decirles: no siempre tienes que ver como hasta ahorita, y siempre existe la posibilidad de mejorar tu visión”.
NUNCA HABÍA VISTO TAN BIEN, A LOS 70 AÑOS. El directivo compartió con Crónica, que su mamá presentó un problema en uno de sus ojos y fue operada, después de la recuperación decía “yo nunca había visto tan bien. Y es una persona de 70 años, y reconoció que ni cuando era pequeña había visto tan bien como ahora, y eso es lo que queremos hacer, que las personas vayan al médico y se den cuenta que el mundo es maravilloso y no se lo deben perder”. En su oportunidad, el doctor Eduardo Chávez, oftalmólogo y presidente de la Sociedad Mexicana de Oftalmología mencionó que las cataratas son un problema que incluso se puede presentar en recién nacidos, por cuestiones genéticas.
En los adultos, recordó, es un problema asociado a la diabetes mellitus, que se ha convertido en un grave problema de salud de tipo metabólico, peor si tienen algún otro problema de visión, como miopía. El problema que representa hoy la diabetes tiene que ver con usos y costumbres; qué estamos teniendo en nuestros hábitos higiénico-dietéticos, los cuales se han modificado drásticamente al pasar del consumo de frutas y verduras al de bebidas azucaradas y sobre todo harinas refinadas y se ha dejado de lado la calidad nutritiva que debemos tener.
Dispositivo En el área quirúrgica se cuenta con un nuevo dispositivo en el que el lente intraocular ya está precargado; con un mecanismo especial para “empujarlo” de manera automática a través de una bomba de gas, es decir, prácticamente es inyectado dentro del ojo y, una vez colocado en su lugar, se desdobla y es acomodado, evitando así el riesgo de que el lente pudiera caer, que tenga contacto con la piel o las pestañas, contaminándose.
