Si crees que puedes tener algún factor de riesgo para tu salud (antecedentes familiares) por el que tu embarazo corra peligro, comunícaselo cuanto antes al ginecólogo.
El médico te hará un reconocimiento exhaustivo: datos personales, alergias, tranfusiones, operaciones quirúrgicas, enfermedades hereditarias en ambas familias, abortos, embarazos, partos, etc.
También se interesará por la salud del futuro padre, si tienen o ha tenido enfermedades infecciosas, hábitos de alcohol o tabaco, etc., y por la edad de los dos.
La exploración ginecológica es imprescindible: cuello uterino, matriz, ovarios, y mamas. Después se suele realizar una citología para conocer posibles anomalías, y se solicitan análisis de sangre y orina, así como las pruebas de rubeóla, toxoplasmosis, sífilis (VDRL) y SIDA.
Es importante solicitar el grupo de Rh aunque lo sepas desde antes por estudios previos.
Para que no falte nada al bebé durante su gestación debes consumir alrededor de 2200 calorías al día: 15 por ciento de proteínas, 55 por ciento de hidratos de carbono y 30 por ciento de grasas.
Debes hacer caso a las señales que envía tu cuerpo: descanso o actividad.
La cintura irá desapareciendo y las caderas se redondearán. Elige ropa lo más cómoda posible. La prendas muy ajustadas no te convienen porque dificultan la circulación sanguínea.
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