El miedo

El miedo es un sentimiento natural de todos los seres vivos que se desarrolla desde el nacimiento, por eso técnicamente se considera que los miedos son fenómenos evolutivos normales y transitorios. El miedo propicia en las personas el desarrollo de su personalidad y maduración afectiva.

Para que el miedo se convierta en un trastorno, tiene que interferir en la vida normal del niño, producir un miedo constante e intenso y hacerle sentir mal, es decir que padezca un continuo sufrimiento.

Los miedos como cualquier otro traumatismo tienen una cierta evolución a través del crecimiento del individuo y a cada etapa se le puede asignar algún tipo de miedo concreto y que hasta cierto modo es un miedo natural.

A temprana edad, se tiene miedo a los animales desconocidos, a los ruidos fuertes, a todo aquello que es ajeno o diferente a su entorno, también puede sentir miedo a la oscuridad, al daño corporal, a los fenómenos naturales (truenos/relámpagos) y aunque no lo crean a esa edad el miedo a la muerte es uno de los miedos infantiles más comunes.

Mas grandes, los individuos, pueden generar miedo a las personas con las que han tenido algún tipo de experiencia desagradable, desde el maltrato físico hasta el maltrato psicológico, miedo a perder algo valioso para su vida, desde lo material hasta lo humano, es la pérdida o separación de sus padres, amigos, abuelos, parejas, etc. Otros tipos de miedos son al entorno, desde las tragedias naturales hasta las tragedias cometidas por otros semejantes o por circunstancias ajenas a la persona, pero que afectan a su entorno, como son revueltas sociales, guerras, narcotráfico, accidentes, etc.

Como podemos ayudar desde pequeños a nuestros familiares a superar los miedos, aquí es donde entra el papel elemental de la familia y la comunicación entre los miembros que la conforman, primero hay que estar atentos a lo que sucede en el seno familiar para detectar si alguno de nuestros integrantes tiene algún miedo desarrollado a tal grado que pueda convertirse en un trastornó, para lo cual hay que evitar una actitud sobreprotectora para favorecer la autoestima, autonomía e independencia del individuo y pueda superar el miedo que le está afectando.

Generar la lectura en el individuo es un recurso excelente para que las personas pierdan el miedo por medio de la imaginación, el apoyo de los personajes y situaciones ficticias. Hay que recomendarles lecturas divertidas en las que aparezcan imágenes o situaciones a las cuales esta adverso para que contribuya a que supere sus temores de manera más rápida.

Emotividad, un abrazo, un beso, son muestras de afecto que le ayudan a superar cualquier tipo de miedo, evitando caer en la sobreprotección.

“Como manejar los problemas de un hijo difícil” – Luis Hazel N. – Editorial Época, S.A. de C.V.

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