Tome la decisión, detoxifíquese y aprenda a vivir sin el tabaco. Esas son las tres claves para dejar de fumar con medicina biológica.
Una cura antitabaco necesita iniciar con la decisión del paciente por dejar de fumar.
El siguiente paso consiste en implementar un tratamiento que le permita al cuerpo detoxificarse y eliminar los bloqueos energéticos que se tengan en los diferentes meridianos del organismo, al estilo de la acupuntura.
La idea del tratamiento consiste en eliminar los radicales libres que producen daño celular. Para ello es necesario tomar algunos suplementos naturales que ayuden a eliminar toxinas del organismo.
Entre los alimentos que barren las impurezas están:
*Berros
*Panes y cereales integrales
*Manzana
*Cebolla
*Aceite de oliva virgen
*Uvas
*Alcachofa
*Perejil
*Yogurt
*Limón
“Lo que hacemos es engañar al organismo: le suministramos sustancias naturales – vitaminas – cuya estructura química es muy parecida a la de la nicotina. Con esta estimulación bioquímica no se presenta ningún efecto secundario ni contraindicación porque se trata básicamente de nutrientes”, asegura el doctor Felipe Sinisterra, miembro del Instituto Europeo de Biomedicina.
La terapia biológica antitabaco suministra también aminoácidos (lisina y silimarina) que eliminan la ansiedad y previenen el incremento de peso.
Tratamiento biofísico
Estimula la eliminación de las sustancias tóxicas acumuladas por el tabaquismo; elimina de la memoria celular la información que ocasiona la ansiedad por el tabaco y disminuye el deseo de fumar una vez que se ha abandonado dicho hábito.
Acupuntura
Consiste en la estimulación de varios puntos energéticos para producir un reequilibrio de las energías del paciente, con lo cual se consigue tranquilizar y eliminar la ansiedad a través de la liberación de endorfinas.
Asimismo, actúa liberando las toxinas del organismo por la estimulación de las funciones de los principales órganos de eliminación.
Resultados con biorresonancia
Es otro tratamiento efectivo cuyos pasos fundamentales son:
1. En la primera sesión se le pedirá fumar un “último cigarrillo”.
2. Este se deposita en un frasco en el vaso de entrada del aparato de biorresonancia el cual analiza las características de la vibración o resonancia electromagnética de la nicotina, invierte las ondas y las amplía.
3. Luego, la vibración electromagnética, modificada, se introduce en el cuerpo del paciente por medio de un electrodo de salida. Así va se le ayuda a los receptores de superficie celular del organismo a deshacerse de la nicotina fijada en estos últimos.
4. En las 48 horas siguientes a la absorción de ese “último cigarrillo”, la nicotina va a dividirse en el organismo.
5. Si durante este tiempo se consigue modificar las características de la resonancia electromagnética de los receptores de la nicotina situados sobre la superficie de las células entonces es altamente probable que la dependencia desaparezca.
Luego del tratamiento el paciente debe:
1. Beber bastante líquido (3 a 4 litros al día) ya que la nicotina debe ser evacuada por el sistema urinario. Esto evitará que el paciente presente cefalea y vértigo.
2. Beber agua baja en minerales, tisanas o zumos de frutas cada media hora durante el mes que sigue a la sesión.
3. Iniciar una nutrición sana y conveniente.
4. Comenzar una rutina básica de ejercicio que evite el sobrepeso.
Este tipo de tratamientos garantizan el 95% de efectividad y evitan la ansiedad y el síndrome de abstinencia. Pregunte a su médico por el procedimiento antitabaco con medicina biológica.
Fuente: Biosalud. Instituto Europeo de Biomedicina.
www.biosalud.org
